jueves, 14 de abril de 2022

"El cáliz de la bendición es comunión con la sangre de Cristo"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


El jueves Santo del evangelio, que es el de la liturgia, ha ido perdiendo sentido en nuestro mundo y nuestra cultura, en la medida que vamos haciendo de la fe algo subjetivo, a merced, y según el parecer, de cada uno... Nos vamos desprendiendo de la herencia de nuestros mayores, pensando que todo tiene que ser reciclado, y creyendo que también la fe debe entrar en esa dinámica, acomodándola a nuestro sentir, parecer, e incluso a nuestro estado de ánimo...  

El sentido profundo del Jueves Santo es más comprometido y comprometedor que lo que nos podamos cada uno inventar... mirar a Jesús, escuchar sus confidencias, valorar sus gestos, tendría que cuestionarnos y despertar un respeto grande y agradecido... pero si la fe no nos avala, le volveremos a dejar solo, y solo tendrá que salvarnos...

El pulso del amor hasta el extremo y la traición, lo gana el amor, pero a qué precio tan alto... No nos separemos de Jesús porque sólo a su lado, podremos leer la historia, interpretarla, y vivirla con sentido, aunque no podamos evitar, ni evadir, el dolor del camino y las sombras de la noche... Hoy, un Jueves Santo más parecido que nunca, al genuino Jueves Santo, que la liturgia actualiza, y que llevó a Jesús hasta la Cruz, por amor a cada uno de nosotros... allí donde nosotros no queremos ir, llegó él para abrirnos paso y hacer posible la vida que todos ansiamos, aunque por caminos que hacen tan larga la distancia que de ella nos separa... El salmo 115, es un testigo de quien ya saboreó el amor de Dios y creyó en él... La liturgia nos ofrece la oportunidad de rezarlo en comunión con la Iglesia, y sus cristianos, que rezan con ella cada día...

"¿Cómo pagaré al Señor
todo el bien que me ha hecho?
Alzaré la copa de la salvación,
invocando su nombre.

Mucho le cuesta al Señor
la muerte de sus fieles.
Señor, yo soy tu siervo,
hijo de tu esclava;
rompiste mis cadenas.

Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
invocando tu nombre, Señor.
Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo" (Salmo 115)...


Sin retirar la mirada de Jesús, vengamos, como cada día, a rezar unidos, prolongando el misterio de la comunión de los santos, tan eficaz para la gracia y los frutos de la fe... Recordemos a los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... que por la intercesión del Beato Tito, el cielo derrame sobre nosotros gracias nuevas, que nos alcancen la misericordia de Dios, cada uno a su medida, en su circunstancia, y según su necesidad... El amor de Dios, mostrado en estos misterios, nos den la luz que necesitamos para vincularnos a Jesús y dejarnos salvar en su amor desbordante... no nos olivemos de la guerra y pidamos la paz insistentemente...
"confiando en le Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria...