lunes, 14 de mayo de 2018

"La justicia que propone Jesús, empieza por hacerse realidad en la vida de cada uno siendo justo en las propias decisiones"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


"Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos quedarán saciados"...
"Buscar la justicia con hambre y sed, esto es santidad"...

En qué pocos trazos nos deja el Papa el tema de la justicia planteado, y de qué forma tan sugestiva nos cuestiona y estimula, marcando énfasis en lo concreto; "la justicia que propone Jesús empieza por hacerse realidad en la vida de cada uno siendo justo en las propias decisiones, y luego se expresa buscando la justicia para los pobres y débiles. Es cierto que la palabra «justicia» puede ser sinónimo de fidelidad a la voluntad de Dios con toda nuestra vida, pero si le damos un sentido muy general olvidamos que se manifiesta especialmente en la justicia con los desamparados: «Buscad la justicia, socorred al oprimido, proteged el derecho del huérfano, defended a la viuda» (Is 1,17)" (n. 79)... 

Sentir hambre y sed justicia no es posible sin haber alcanzado "cierta altura" en la escalada de la vida... Dice el Papa: "«Hambre y sed» son experiencias muy intensas, porque responden a necesidades primarias y tienen que ver con el instinto de sobrevivir. Hay quienes con esa intensidad desean la justicia y la buscan con un anhelo tan fuerte. Jesús dice que serán saciados, ya que tarde o temprano la justicia llega, y nosotros podemos colaborar para que sea posible, aunque no siempre veamos los resultados de este empeño" (n. 77)...


Los valores con que el Reino se expresa son todos complementarios... los trazos emanan de la caridad, pero lo conforman multitud de gestos simples de los que hacemos cada día, impulsados por la gracia, haciéndonos sensibles a los demás... Todo lo que no nos acerque a las necesidades de los otros, tenemos que seguirlo trabajando hasta ponerle alma, para que prenda... Vivimos inmersos en el Reino, pero a veces no tenemos el oído despierto y la visión clara para percibirlo... el egoísmo nos ciega, incitándonos a mirar en otra dirección de tan corto alcance, que termina donde mismo empieza, en nosotros mismos... ahí nos alerta Jesús, y el Papa apoyado en su Palabra, nos quiere ayudar a vivirlo de forma coherente y fructífera... 

Son dones de la gracia, que nos deja al pasar por nosotros, el Espíritu Santo, y que tenemos que desear y procurar con los medios que tenemos para ello... hay que cuidar la fe, sabiendo que de ella brotará en nosotros, lo que Dios espera de cada uno, para ser fiel a la misión confiada... hemos de ofrecer al conjunto, el "santo" que debemos ser para que las piezas cuadren y los sueños de Dios se cumplan...


Vamos a volver a pensar, hasta recordar a todos, en los enfermos del blog... uno a uno... también en sus familias... y pidiendo ayuda al cielo, acogidos a la intercesión del Beato Tito, pongamos nuestras intenciones en racimo para que el cielo nos cubra y haciendo florecer nuestra fe en dones que al pasar por cada uno, veamos reflejados, unos en otros, la gloria de Dios... Que nos sea posible acercarnos a la Voluntad de Dios con el corazón en la confianza y lleguemos de verdad a ser hijos de Dios y hermanos unos de otros...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María