martes, 3 de agosto de 2021

"Misericordia, Señor: hemos pecado"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


La palabra de Dios nos abre campo para que la fe nos vaya conduciendo... Jesús busca la trascendencia, se retira solo al monte a orar al Padre, pues su misión le vincula estrechamente a su Voluntad, que va realizando en comunión con Él... 

Jesús ha comenzado a acercar el Reino al presente, y esta obra de la gracia la recibe del Padre y la comparte a la vez con los discípulos, que se van incorporando a este proyecto, progresivamente, instruidos por su Palabra, atraídos por sus gestos y el asombro por su Persona...

¡¡Bonita escena la que narra el evangelio de la misa, hoy, cargada de simbolismo!!... vemos a los discípulos pasar del miedo al asombro, de la duda a la fe... los signos realizados por Jesús no son espectáculo, son señales que iluminan, cuestionan, conducen, enseñan... Cuando Dios actúa y somos capaces de percibirlo, lo mínimo, es reconocernos pecadores e indignos de su gracia; por eso, oportunamente la liturgia reza hoy el salmo 50, y nos unimos a ella, pidiendo de corazón perdón a Dios, por nuestras cegueras y codicias... 

"Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado. 

Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado:
contra ti, contra ti solo pequé,
cometí la maldad que aborreces.
En la sentencia tendrás razón,
en el juicio resultarás inocente. 

Oh Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu" (Salmo 50)...


Con el corazón puesto en la confianza, pensemos, como cada día, en los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... Que por la intercesión del Beato Tito encuentren de nuevo la salud, y por la fe se entreguen a la gracia, asumiendo el compromiso de vivir en cristiano de forma coherente y decidida...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria...