sábado, 3 de junio de 2017

"por tu bondad y tu gracia, dale al esfuerzo su mérito..."


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


"por tu bondad y tu gracia
dale al esfuerzo su mérito:"

Si somos capaces de rezar hasta el final esta oración, caeremos en la cuenta de cuánto y hasta qué punto nos estamos comprometiendo a entrar en esta corriente de gracia y libertad ¡¡todo un misterio!! que nos sumerge en Dios mismo, sin quedar anulados, ni evitar nuestra adhesión comprometida a escalar estos mundos, ascendiendo paso a paso, a planos más altos y consistentes, donde quedan superadas la indiferencia, la comodidad, la inercia... ¡¡somos hijos de la luz!!

Hemos hecho un recorrido desde el Espíritu Santo por toda la gloria de Dios... hemos paseado por sus dones... saboreado sus frutos... pronto hemos sentido nuestra pobreza y limitación para responder a tanto... hemos reconocido con humildad que somos pecadores y que nos cuesta ceder el egoísmo a la caridad, para dejarnos amar y poder desde esta experiencia lanzarnos al amor de entrega... pero hemos pedido perdón y ayuda, porque queremos entrar por la puerta estrecha de la Voluntad de Dios, que es un camino espacioso y ancho, si cruzamos el umbral de la gracia, dejando en esta parte lo que no es digno de la tierra que queremos pisar, labrar, cuidar y esperar sus frutos en la confianza de corazón... 

Vamos cayendo en la cuenta que todo es gracia... pero la Gracia tiene que anidar en nuestro corazón, encontrando en él, al llegar, una actitud abierta, activa, disponible y dispuesta a perderse en esta "corriente de Vida y Misterio", donde todo es gratuito pero debe ser por nuestra parte, valorado, deseado, querido, apreciado, reconocido y agradecido...

Hagamos actos de fe y confianza, porque sabemos que nuestro esfuerzo está muy condicionado por nosotros mismos y saldremos perdiendo si esa es la condición que ponemos al don de Dios... mejor que enfaticemos en la primera parte, "por tu bondad y tu gracia"... y con empeño desear recibir, aportando el deseo como esfuerzo eficaz... porque lo que demos a Dios, antes lo hemos tenido que recibir de Él... también la respuesta a su don... 


Vamos casi perfilando los finales de esta oración que venimos construyendo, mientras nos disponemos a vivir Pentecostés, como un verdadero acontecimiento de gracia en nuestra vida... ahora que conocemos mejor al Espíritu y que sabemos que es el fruto de la resurrección de Jesús ¡¡el gran regalo a la Iglesia!! agradezcamos este don, lleno de dones, entrando en esta órbita, dispuestos a ser testigos -también nosotros- de la gloria de Dios...

"Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre; don en tus dones espléndido.
Luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo.

Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos.


Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos.
mira el vacío del hombre, si Tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado, cuando no envías tu aliento.

Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo,
lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómitoguía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones, según la fe de tus siervos;"
"por tu bondad y tu gracia
dale al esfuerzo su mérito";


Es el momento de rezar por todos los enfermos de nuestro blog... conociendo las armas tan poderosas que tiene la fe, es muy fácil encender el deseo de rezar... querer que otros recen... rezar por los otros, mientras ellos descubren la gracia y la fuerza de la oración... ¡¡es el misterio eficaz de la comunión de los santos!! que recoge presente, pasado y futuro, y lo hace una ofenda, que Dios recibe, para devolvernos multiplicada..

Hagamos memoria de todos los peregrinos de esta ruta, que están pasando trances duros, sendas oscuras.... que están sufriendo la enfermedad... recordemos a todos, uno a uno... pidamos a la Virgen, por intercesión del Beato Tito, que nos les falte a ninguno la fortaleza, la paciencia, la esperanza, la fe... que recuperen la salud y que no se descuelguen nunca de la confianza... porque los tiempos de Dios son todos fecundos y para cada uno, hay un florecer, que determinará su primavera... Dios es fiel... 

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …