jueves, 6 de diciembre de 2018

"Bendito el que viene en nombre del Señor"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Si nos dejáramos conducir por la Palabra de Dios, nuestros cimientos serían cada vez más sólidos y firmes, y nuestro corazón descansaría sin titubeos en la confianza... Dios viene a vivir entre nosotros para abrir veredas a nuestros pasos, a fin de que hagamos caminos que conduzcan sin retorno, al bien, la verdad, la justicia, la paz...

El ser humano, herido de trascendencia, qué fácil se deja seducir por el engaño y la inmediatez ilusoria, que dispersa poniéndonos delante los mil halagos, que por el contrario, son los que nos impiden alcanzar, lo mismo que nos intentan ofertar...

¡¡Qué necesidad de Dios tenemos y cuánto nos cuesta rendirnos a la gracia!! Nos parece Dios una amenaza ante las propuestas engañosas por las que nos dejamos fascinar fácilmente, quedando atrapados en la mentira, mermando con ello nuestra más genuina capacidad, que podría llevarnos a metas altas, y ayudarnos a desplegar la fuerza que nos habita, en el ser que somos...


Todo es gracia y debemos ser agradecidos... la gracia actual y común de este momento, es el tiempo litúrgico de adviento, que ojalá estemos viviéndolo con espíritu de acogida al don, y de coherencia hasta permitirle expresarse en nosotros... Los cristianos tenemos que saber percibir la presencia de Dios en el acontecer de cada día y asumir el misterio como forma habitual con que Dios nos desvela su amor infinito en su Voluntad...

Sigamos ayudándonos unos a otros con la gracia de la oración, acercando nuestra fe al conjunto para que dé frutos en cada uno del ciento por uno... Pensemos en los enfermos del blog... en todos, uno uno... también sus familias... Mirando al cielo, amparados en la intercesión del Beato Tito, volvamos a poner nuestras súplicas en la presencia de Dios, para que el cielo nos devuelva en gracias, respuestas de vida a nuestra fe...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro - Ave María - Gloria...