lunes, 8 de abril de 2019

"Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo"...



 Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


No es fácil entender el lenguaje de Jesús en el evangelio de Juan, cuando nuestros principios no se elevan un palmo de nuestros intereses... Jesús se proclama hoy en la liturgia "luz del mundo", y se ofrece a que traspasemos en su luz, las tinieblas que nos envuelven, y en las que estamos, desde tantos ángulos, sumergidos... Difícil tarea que nos obliga a nadar contracorriente, al susurro de su Palabra, al tanteo de su Presencia, aunque eso sí, sostenidos por su mismo Espíritu, que es quien nos va dando certezas a nuestro corazón, permitiéndonos avanzar sin temor, haciendo camino hacia el bien, la verdad, la caridad... a pesar de las trabas impuestas por las sombras que proyecta el mal, desde la mentira y el engaño donde quedamos tantas veces atrapados...

¡¡Acerquémonos a Jesús, necesitamos su luz!!... Él va a morir por nosotros, para enseñarnos a vivir de otro modo, desde otros valores; encaminando el tiempo a la eternidad, verdadero destino de la vida a la que todos somos llamados y conducidos... Consoladora oración, el salmo 22, para alimentar la fe y la esperanza... Dios siempre a nuestro lado, surcando caminos para que nuestro pisar seguros nos mantenga firmes en la confianza...

"El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas.

Me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan. 

 Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mí copa rebosa. 

 Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término" (Salmo 22)... 


Que no les falte nuestro recuerdo a los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... que la oración de cada día sea un alivio a sus dolores que les encienda y mantenga, la esperanza... -pidamos hoy especialmente por Carmen Martín, que tiene complicaciones y está en un momento difícil- ...que la intercesión del Beato Tito nos eleve la mirada  al cielo y presente a Dios nuestras súplicas, hasta que el cielo derrame su poder sobre nosotros y nos veamos cubiertos por su gloria, convertidos a la fe práctica y comprometida, dando testimonio de la bondad y misericordia de nuestro buen Padre, Dios...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro - Ave María - Gloria...