jueves, 9 de agosto de 2018

"No vamos a misa para dar algo a Dios, sino para recibir de Él aquello de lo que tenemos necesidad"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


"¿Qué podemos responder a quien dice que no hay que ir a misa
ni siquiera el domingo porque lo importante es vivir bien y amar al prójimo?
Es cierto que la calidad de la vida cristiana se mide por la capacidad de amar, 
como dijo Jesús: "en esto conocerán todos que son discípulos míos: 
si se tienen amor los uno a los otros".
Pero ¿cómo podemos practicar el Evangelio 
sin sacar la energía necesaria para hacerlo un domingo después de otro
en la fuente inagotable de la Eucaristía?
No vamos a misa para dar algo a Dios, 
sino para recibir de Él aquello de lo que tenemos necesidad.
Nosotros cristianos tenemos necesidad de participar en la misa dominical
 porque solo con la gracia de Jesús, 
con su presencia viva en nosotros y entre nosotros,
podemos poner en práctica su mandamiento 
y así ser sus testigos creíbles".
-Papa Francisco-

El hombre moderno cree bastarse a sí mismo en casi todo, y por prescindir del soporte donde impulsar sus movimientos, no avanza con agilidad por las veredas de la vida, decidido, firme, seguro... Una vez más ¡qué bien lo aclara el Papa!!, alterar el orden en los contenidos de la fe, de la gracia, de la vida misma, es la trampa donde solemos caer cuando intentamos evadir la siembra y el cultivo, de cualquier germen de vida, que pretendamos ver crecer hasta germinar en frutos...

El proceso es el mismo en el terreno fértil de la fe... el cristiano tiene que dar al mundo el fruto maduro de la caridad, pero ni separado de la raíz florece, ni lejos de la savia llegan los frutos a sazón... Hay que "volver al catecismo" y al lugar donde Dios se ofrece y se da, si queremos ser transformados y aportar nuestro don para hacer un mundo distinto... 

Los sacramentos no han pasado de moda, ni los preceptos de la Iglesia tampoco, aunque hagamos caso omiso... ¡¡si supiéramos cuánto nos perdemos lejos de esta fuente!!... Y Dios, que por su grandeza se simplifica hasta la gratuidad más absoluta, no se condiciona por nuestra indiferencia, sino que sigue ofreciéndose en cada misa y en cada altar a la espera de que despertemos, y nos acerquemos buscando luz y fuerza, para hacer el camino acertado mientras recorremos la vida... 


Nos saltamos los cristianos de hoy sin escrúpulos y sin cuestionarnos siquiera, los deberes prescritos por la Iglesia para el cultivo de la fe, y pensamos además, que podemos ser cristianos de modo subjetivo, determinando cada cuál, qué hacer, cómo, cuándo y por qué... y ni acertamos, y además nos privamos de lo mismo que estamos queriendo y necesitando... Pero es decisión nuestra... somos cada uno los que determinamos cómo queremos vivir y a qué sombra nos queremos cobijar... Los frutos, son consecuencia de estas decisiones...

Escuchemos al Papa y pongamos los pies en tierra firme... empecemos a vivir y cultivar la fe verdadera por el principio... escuchemos a Jesús que dio su Palabra a la Iglesia para que nos acompañe y nos conduzca al bien y a la verdad, con la fuerza de la gracia que nos llega por los sacramentos... ¡¡no es cuento, ni cosa de niños, o, "viejas"!!... en ello está la sabiduría y la prudencia... pongamos el corazón a la escucha y seamos dóciles...

Pensemos como cada día en los enfermos del blog... en todos, uno a uno... también sus familias... ayudándonos de la intercesión del Beato Tito, pidamos para ellos la salud y para todos apertura al don de Dios y coherencia para no disociar la teoría de la practica, a fin de que nuestra fe florezca en frutos de vida y paz...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...  

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro - Ave María - Gloria...