martes, 19 de junio de 2018

"La misericordia será siempre un acto de gratuidad del Padre celeste, un amor incondicionado e inmerecido"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Qué bien conoce el Papa el corazón de Dios y cómo nos trasmite su esencia abriéndonos puertas a la esperanza y a la fe... Merece la pena que le escuchemos a él y que acojamos el regalo que nos hace en estos párrafos, hasta que nos queden huellas en el alma y podamos decidirnos convencidos, a pisar estos caminos, y hacer rutas ciertas por ellos...

"El perdón es el signo más visible del amor del Padre, que Jesús ha querido revelar a lo largo de toda su vida. No existe página del Evangelio que pueda ser sustraída a este imperativo del amor que llega hasta el perdón. Incluso en el último momento de su vida terrena, mientras estaba siendo crucificado, Jesús tiene palabras de perdón: «Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen» (Lc. 23,34)" (misericordia et misera, n. 2)...

"Nada de cuanto un pecador arrepentido coloca delante de la misericordia de Dios queda sin el abrazo de su perdón. Por este motivo, ninguno de nosotros puede poner condiciones a la misericordia; ella será siempre un acto de gratuidad del Padre celeste, un amor incondicionado e inmerecido. No podemos correr el riesgo de oponernos a la plena libertad del amor con el cual Dios entra en la vida de cada persona"(misericordia et misera, n. 2)...


Cierto que la calidad del amor está en la gratuidad, y su expresión más clara la dibuja el perdón; no obstante, esta ciencia se aprende gracias a la misericordia, "acción concreta del amor que, perdonando, transforma y cambia la vida. Dios misericordioso, de generación en generación abraza a cada persona que se confía a él y la transforma, dándole su misma vida" (misericordia et misera, n.2)...

Entremos sin resistencias en la experiencia del amor de Dios, reconociendo la necesidad que tenemos de ser amados, perdonados, acariciados por su misericordia... Hoy que "el pecado se ha sociabilizado"; hoy, que el mal y el bien lo decidimos cada uno según nuestros pareceres e intereses, no nos resulta fácil sentirnos necesitados de su gracia y su perdón para encontrar la paz dentro de nosotros... y sólo en su amor podemos resolver nuestros anhelos, hasta despertar nuestra capacidad de compartir este tesoro, con todos los que convivimos cada día... Otra cosa no es vivir; es sólo soñar despiertos y tener que despertar, reconociendo que estábamos dormidos a lo real y al don...


Pero la bondad de Dios sigue llamando a nuestro corazón y acercándonos su luz de múltiples maneras... el Papa es una mediación objetiva de la misericordia de Dios y tenemos que valorarlo y agradecerlo, disponiéndonos de manera receptiva a la gracia que pretende ofrecernos... el bien es para nosotros...

Necesitados de Dios y heridos por la vida, acerquémonos unos a la fe de los otros, para que nos ayudemos y multipliquemos el bien que Dios desea concedernos... recordemos a los enfermos del blog, a todos, uno a uno... también a sus familias... Desde la intercesión del Beato Tito queremos hacer llegar al cielo el eco de nuestras súplicas para que recuperen la salud y la gloria de Dios se refleje en cada uno para el bien común... 
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María