jueves, 17 de junio de 2021

"Justicia y verdad son las obras de tus manos, Señor"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


¿Provoca algo en nosotros escuchar a Jesús enseñarnos a rezar? Jesús nos desvela el latido de su propio corazón, entregado al Padre y compartido con nosotros todos... una oración que une el cielo con la tierra y que si escuchamos a Jesús rezar, nos tocará el alma de manera diferente que si sólo creemos que nos enseña catecismo...

¿Qué pasa por dentro de Jesús cuando llama a Dios "Padre-Abba"? ... qué siente Jesús al aclamar el nombre de Dios, "Santificado sea"? ... Jesús tiene plena confianza en el Padre y dice decidido y seguro, "hágase tu voluntad"... acerquémonos a Jesús y escuchémosle rezar el Padrenuestro hasta que su eco resuene en nosotros... llamemos también nosotros a Dios "Padre nuestro" en los mismos labios de Jesús... atrevámonos a rezar su oración; miremos al cielo y antepongamos la gloria de Dios a nuestras necesidades, sabiéndonos dependientes de Él, necesitados de su auxilio...

Recemos humildes pidiendo el pan de cada día para cada día... pidiendo el perdón que ofrecemos la medida la ponemos nosotros... sabiéndonos vulnerables ante la tentación, nos acogemos a la ayuda de Dios para ser librados del mal... La oración de Jesús nos da conciencia de hijos y de hermanos, y es la senda que pisar para que el Reino sea verdad y posible, y los cristianos lo mostremos al presente para que el mundo salga de la confusión y Dios ocupe su espacio en todo y en todos...

"Doy gracias al Señor de todo corazón,
en compañía de los rectos, en la asamblea.
Grandes son las obras del Señor,
dignas de estudio para los que las aman. 

Esplendor y belleza son su obra,
su generosidad dura por siempre;
ha hecho maravillas memorables,
el Señor es piadoso y clemente. 

Justicia y verdad son las obras de sus manos,
todos sus preceptos merecen confianza:
son estables para siempre jamás,
se han de cumplir con verdad y rectitud" (Salmo 110)...


El cielo espera nuestras súplicas, como cada día... recordemos, entonces a los enfermos del blog, peregrinos de la confianza... todos, uno a uno... también sus familias... Que la intercesión del Beato Tito nos alcance lo que nuestra fe suspira en la fuerza de la comunión de los santos, donde nos apoyamos todos para hacerla más efectiva y eficaz... Cobijémonos en la gracia de Dios y seamos humildes para volver nuestros pasos a sus caminos...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria