viernes, 10 de noviembre de 2017

"Cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


"Tú, en cambio, cuando hagas limosna, 
que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; 
así tu limosna quedará en secreto,
 y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará" (Mt. 6, 3-4).

Está claro que para Jesús, el cielo no es una realidad pasiva con la que nos encontraremos una vez concluida la etapa del tiempo… ni Dios es una presencia amenazante de la que nos tenemos que esconder para ser libres… El ser humano, herido en su raíz por el pecado, tiene pocos recursos en sí mismo para iluminar las tinieblas del mundo; de ahí que se anteponga con tanto éxito los frutos del egoísmo, con que nos solemos defender de la realidad…

Lo que Jesús pretende en su Palabra es despertar en nosotros el deseo del cielo, para que teniendo a Dios por testigo, nos decidamos a hacer el bien, seguros, de que en la vida no hay caminos, sino destino… por eso es tan importante saber utilizar los medios, sin olvidarnos del fin… y ahí es donde puntualiza Jesús, con tanta precisión, para que no nos perdamos...


Si Dios no es para nosotros real, no será fácil actuar en su presencia sin justificar nuestros hechos... ni sembrar nuestras acciones en la esperanza de sus Palabras... la fe es un don que se recibe de forma gratuita, nosotros lo tenemos, pero para crecer y desplegarse, nos necesita a cada uno, porque es una experiencia personal... es una relación objetiva y real... Dios es Persona y nuestro vínculo con Él, lo creamos nosotros, abriéndonos a la gracia y adhiriéndonos al don...

Jesús lo dice claramente... son nuestros oídos los que tienen que acercarse a la escucha y acoger... poner en practica lo que Él nos dice y dejarnos conducir por su sabiduría... Él mismo desvela al corazón bien dispuesto sus secretos, capacitándole para realizar lo que Dios quiere... el Reino empieza aquí, mientras vivimos, haciendo posible en este mundo, el reflejo de su luz...


Merece la pena empeñarnos en hacer posible el deseo de Dios para nosotros... no nos olvidemos que el cristiano expresa su fe en sus actos, pero es en su ser donde tiene la identidad de hijo de Dios... la fe es una forma de ser, que implica el vivir, pero no lo suple... necesitamos el talante, el alma para actuar con la mirada en la trascendencia...

Miremos entonces al cielo y dirijámonos al Padre que nos ve siempre... recemos un día más desde la fuerza de la comunión, teniendo como protagonistas de nuestra oración a los enfermos del blog... recordemos a todos, uno a uno... también a sus familias... amparándonos en la intercesión del Beato Tito, imploremos la salud para todos... que la Virgen acerque hasta nosotros los dones que cada uno necesita, y sientan al sufrir, el consuelo... la fortaleza... la esperanza... y la paz... Nuestra confianza nos mantiene la fe despierta y nos fiamos de Dios, aunque es de noche...


Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …