viernes, 19 de abril de 2019

"Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu"...



 Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Ha oscurecido en la tierra... ha muerto el Señor... ha sido por ti y por mi, para que no tengamos que morir nosotros para siempre... nos amó hasta el extremo...

Le hemos visto rodeado de curiosos, pero su verdadera compañía ha sido la soledad, el despojo, la burla, la indiferencia... Hasta la cruz, silencio... desde la cruz, perdón... le dejamos morir solo, entregando a Dios su aliento en el más rotundo fracaso, aparente... el ser humano, enemigo del hombre, ¡¡tan valiente y tan cobarde!!...

Quien haya tenido la valentía de cruzar su mirada con la suya, ha podido sorprenderle en sus ojos, la bondad, el perdón, la mansedumbre, el amor... Ha llegado hasta el final sólo por el amor que nos tiene, abriéndonos sendas en el camino que nosotros no somos capaces de recorrer... Ha rezado al cielo un salmo de confianza, recogido hoy en la liturgia...

"A ti , Señor, me acojo:
no quede yo nunca defraudado;
tú, que eres justo, ponme a salvo.
A tus manos encomiendo mi espíritu: 
tú, el Dios leal, me librarás. 

Soy la burla de todos mis enemigos,
la irrisión de mis vecinos,
el espanto de mis conocidos;
me ven por la calle, y escapan de mí.
Me han olvidado como a un muerto,
me han desechado como a un cacharro inútil. 

Pero yo confío en ti, Señor, 
te digo: «Tú eres mi Dios.»
En tu mano están mis azares;
líbrame de los enemigos que me persiguen. 

Haz brillar tu rostro sobre tu siervo,
sálvame por tu misericordia.
Sed fuertes y valientes de corazón,
los que esperáis en el Señor" (Salmo 30)...


Que las tinieblas que envuelven la tierra nos impulsen a clamar al cielo reconociendo la necesidad que tenemos de Dios... recordemos a los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... que llevan su cruz a cuestas necesitados de consuelo y fortaleza para encontrar sentido al dolor... pidamos con fe la salud para ellos y la gracia de alistarnos a las filas de los amigos de Jesús, dispuestos a traer el reino a  este mundo herido, desorientado, rebelde... Que la intercesión del Beato Tito nos ayude a recoger frutos de nuestra fe, humilde, confiada, tenaz, firme...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro - Ave María - Gloria...

2 comentarios:

  1. "PADRE, EN TUS MANOS ENCOMIENDO MI ESPÍRITU"...

    Que escena más tremenda, cuando Jesús pronuncia estas palabras instantes antes de morir. Protagonista principal de este acto de la crucifixión, en el monte calvario, tiene tiempo para cada uno de los "actores" que allí le acompañan en este momento tan crucial de la vida cristiana. Habla con los ladrones, con su madre y los que la acompañan, con los soldados romanos y, por último, con el Padre, al que momentos antes le había increpado por haberlo abandonado. Pero el Crucificado sabe que no es así, sabe que era necesario morir en estas circunstancias para que se cumpliera todo la que estaba escrito, para que se hiciera la voluntad de Dios y, sobre todo, para la salvación del hombre por la redención de sus pecados. Jesús, en ese momento final, poco antes de expirar, encomienda su Espíritu al Padre que lo espera a su derecha.

    Hoy, Viernes Santo, conmemoramos uno de los momento más importantes para los cristianos, como es el misterio de nuestra redención por la muerte en la cruz del Hijo de Dios. Son momentos de oración, reflexión y agradecimiento a Nuestro Señor. Son también momentos de examen de conciencia, de arrepentimiento y de propósito de enmienda para agradar al que tanto hizo y hace por nosotros, por su divina misericordia que brota de su costado abierto, por amor a todos los hombres de este mundo

    Todos, en los momentos finales de nuestros días deberemos encomendar nuestra alma al Padre. Debemos prepararnos para ello, con los Sacramentos del Perdón, la Comunión o la Unción de los enfermos. Será una excepción que sepamos cuando nos va a llegar la hora de nuestra muerte, por eso debemos prepararnos, guiándonos por la Palabra, durante nuestra vida para que no nos sorprenda la muerte sin estar preparados.

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  2. Por todas las personas que se encuentran al final de sus días, para que a ejemplo de Jesús, acepten la voluntad de Dios y encomienden sus almas.
    Por la proxima resurrección de Jesús.
    Amén

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