lunes, 3 de agosto de 2020

"Instrúyeme, Señor, en tus leyes"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!

Lectio divina del Salmo dominical - ppt descargar

Ciertamente la Palabra de Dios ilumina nuestras actitudes y nos permite descubrir nuestras verdaderas intenciones al buscar a Jesús e ir tras Él; es el reproche que le escuchamos a él mismo en el evangelio "me buscáis porque habéis comido pan hasta saciaros"...

La fe, de donde nacen los milagros no es ésa, porque así cuando arrecia el viento y balancea bruscamente la vida, nos tambaleamos sin soporte que nos sostenga llegando a la deriva... La fe, ni se supone, ni se improvisa... es una gracia consentida, que hay que cultivar personalmente, y que se recibe como don a la escucha de Jesús, al contacto con su persona, abriendo los ojos a lo real, e implicándonos en la tarea de vivir activamente...

El salmo 118 es una lección de vida ante la vida misma... el discernimiento, la súplica, la confianza, la alabanza, son ecos del mismo latir, pues no se puede evitar al Creador, ni evadir que somos criaturas... La fe nos da impulso para tirarnos al mar sin que nos tumben las olas, porque también el mar embravecido obedece al Creador amainando el viento, llevándonos a la calma, cuando le sentimos navegar con nosotros dándonos seguridad...

"Apártame del camino falso,
y dame la gracia de tu voluntad. 

No quites de mi boca las palabras sinceras,
porque yo espero en tus mandamientos. 

Vuelvan a mi tus fieles
que hacen caso de tus preceptos. 

Sea mi corazón perfecto en tus leyes,
así no quedaré avergonzado.

Los malvados me esperaban para perderme,
pero yo meditaba tus preceptos. 

No me aparto de tus mandamientos,

porque tú me has instruido" (Salmo 118)...

Salmos 119:72-96 Mejor me es la ley de tu boca Que millares de oro ...

Recemos entonces unos por otros y pensemos, hasta recordar a todos, en los enfermos del blog... todos, sí, uno a uno... también sus familias... ayudados de la intercesión del Beato Tito, elevamos nuestras súplicas al cielo, en el deseo de ver florecer nuestra fe, cosechando de la misericordia de Dios lo que pedimos... que recobren la salud nuestros enfermos, y la gloria de Dios reflejada en ellos, convierta nuestro corazón a lo que Dios desea de cada uno de nosotros, para nuestro bien, y el de muchos otros, que vienen con nosotros, haciendo camino a la confianza de corazón...

"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria

2 comentarios:

  1. “INSTRÚYEME , SEÑOR, EN TUS DECRETOS”
    Salmo118

    Es la lectura de la Palabra, su comprensión y seguir el camino que nos indica, imitando a Cristo, con el alma limpia siguiendo su mensaje, la que nos conduce al Reino.

    “Apártame del camino falso, y dame la gracia de tu ley.
    No quites de mi boca las palabras sinceras,porque yo espero en tus mandamientos.
    Vuelvan a mi los que te temen y hacen caso de tus preceptos.
    Sea mi corazón perfecto en tus decretos, así no quedaré avergonzado.
    Los malvados me esperaban para perderme, pero yo meditaba tus preceptos.
    No me aparto de tus mandamientos, porque tú me has instruido”. Salmo 118

    Es la fe en Cristo resucitado, el amor a Dios y al prójimo y la esperanza en la salvación, lo que debe regir nuestras vidas de cristianos.

    “Ven.
    Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó:
    Señor, sálvame.
    Enseguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo:
    ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué has dudado?

    A tu compasión y bondad nos acogemos en este blog, Señor. A tu compasión y bondad me acojo, para que escuches mis súplicas. Tú sabes muy bien cuales son, lo que quiero, lo que te pido con una insistencia humilde y cansina, lo que te pedimos todos aquellos que la queremos tanto... Que se haga tu voluntad y no la nuestra... Pero escúchanos, Señor, no nos deje con este desconsuelo, atiende nuestras plegarias, nuestros ruegos y oraciones bañadas en lágrimas. Tú eres todo poderoso y nada hay imposible para Ti. Concédenos lo que te pedimos. Amén

    Pedimos la intercesión del Beato Tito Brandsma. Espíritu Santo, Dios verdadero, guíanos al corazón del Padre, lleva nuestras oraciones y suplicas a lo más profundo de su voluntad; se centro y limite de nuestra comunión de los Santos, forma parte de nuestros sufrimientos, comprende nuestros anhelos para aquellos que amamos con toda nuestra alma y que sufren por su enfermedad. Derrama tus dones sobre nosotros y recoge para el Señor los frutos de nuestro amor por Él y la Virgen María.

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