miércoles, 18 de diciembre de 2019

"En sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!

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Adviento va llegando a navidad, y el corazón creyente se balancea entre la esperanza y la fe, disponiéndose a acoger el amor de Dios, inmenso e inabarcable, latiendo en nuestra carne, dando vida a lo cotidiano... ¡¡No entreguemos la navidad al materialismo!! ¡¡no paganicemos lo más sagrado!!... Navidad es la respuesta eficaz de Dios a todas nuestras preguntas... 

Dios habita nuestra tierra para mostrarnos que el amor es el gran milagro que hará humanos a los hombres... Dejemos prender la luz de Belén en nuestro propio corazón para que no vivamos a oscuras... acerquemos el oído del alma a la Palabra eterna de Dios que vuelve a pronunciarse sobre todo lo creado, abriendo nuevos caminos de convivencia, de solidaridad, de fraternidad, que nos acerquen unos a otros, hasta despertar al verdadero sentido de vivir...

Volvemos a rezar también hoy el salmo 71 con la liturgia, manteniendo la espera en la misma llama en la que queremos arder nosotros, al calor de la misericordia...

"Dios mío, confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes,
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud. 

 Él librará al pobre que clamaba,
al afligido que no tenía protector;
él se apiadará del pobre y del indigente,
y salvará la vida de los pobres.

 Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
el único que hace maravillas;
bendito por siempre su nombre glorioso;
que su gloria llene la tierra.
¡Amén, amén!" (Salmo 71)...

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Pensemos y recordemos a todos los enfermos del blog, y pidamos por ellos, uno a uno... también por sus familias... Nos acogemos a la intercesión del Beato Tito y acercamos al centro "los suspiros" de cada corazón, con los que cada uno suplica al cielo el socorro de sus necesidades... Sabemos que muchos están atravesando grandes tempestades y les acunamos en la confianza para que mantengan la actitud que les permita creer y esperar... Dios nos trabaja en su Voluntad para darnos vida, y de Él, tenemos que fiarnos, sin entender, pero sin vacilar...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …

3 comentarios:

  1. “EN SUS DIAS FLOREZCA LA JUSTICIA Y LA PAZ ABUNDE ETERNAMENTE”
    Salmo 71

    Transcribo, literalmente, lo que expuse hace un año exactamente, un día como hoy:

    Quiero comenzar con parte del libro de Jeremías (23,5-8):

    “MIRAD que llegan días —oráculo del Señor—
    en que daré a David un vástago legítimo:
    reinará como monarca prudente,
    con justicia y derecho en la tierra.
    En sus días se salvará Judá,
    Israel habitará seguro.
    Y le pondrán este nombre:
    EL SEÑOR-NUESTRA-JUSTICIA”.

    Para continuar con la segunda estrofa del salmo responsorial Sal 71,12-13

    “Él librará al pobre que clamaba,
    al afligido que no tenía protector;
    él se apiadará del pobre y del indigente,
    y salvará la vida de los pobres”

    No cabe duda, que el anuncio del nacimiento de Jesús viene de largo; no era un historia que se habían inventado aquellos que recibieron la misión de transmitir los Evangelios, vida mártir y santa de Cristo, entregada al sacrificio de la Cruz por la redención de nuestros pecados, con un claro mensaje de obediencia al Padre y de amor fraternal a todos los hombres de este mundo, ejemplo de caridad para los cristianos.

    En este salmo responsorial, se habla de lo que para el hombre significó, significa y significará el nacimiento del Hijo de Dios, especialmente para aquellos desfavorecidos de este mundo, para aquellos que carecen de lo necesario para sobrevivir sin penuria. Son los elegidos por el Señor para llegar los primeros al Reino de los cielos, los bienaventurados del sermón de la montaña. Muchas veces achacamos como causante de los males al Señor por haberlos abandonados, sin darnos cuenta que esa misión es nuestra. ¿Es qué no acabamos de enterarnos o puede qué, quizás, no queramos enterarnos?. Es falso que Él los haya abandonados, somos nosotros los que abandonamos a Cristo en su misión de amar a los más necesitados, somos nosotros los que nos llamamos cristianos, los que actuamos egoístamente contrarios a lo que predicamos. Sólo cuando aquellos desheredados del mundo, estén atendidos por sus hermanos, habrá justicia y paz en el mundo, como nos manda el Señor y nos enseña la palabra.

    Ayer, por la noche, a eso de las 21.30 horas, vi a unos jóvenes dando mantas y comida caliente a los vagabundos, en pleno centro de Sevilla. Me llamó la atención la alegría con la que se presentaban a estos hombres de la calle y como eran recibidos por ellos. Se les veía un halo de caridad alrededor, de mensaje de Cristo, que me provocaba admiración y. porqué no decirlo, envidia de la actitud que tenían esos muchachos, que en vez de estar de copas con los amigos, estaban amando a su prójimo como a ellos mismos. Ellos han entendido el mensaje de Cristo y la misión que les encomendó.

    Rezamos como todos los días, en comunión de Los Santos, por nuestros enfermos, por la intercesión del Beato Tito Brandsma. Se lo pedimos con mucha fe y humildad, de la mano de María Santísima, a nuestro Padre, para que en nombre de Jesús, su Hijo, nos conceda lo que pedimos. Amén.

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