sábado, 26 de octubre de 2019

"Éste es el grupo que viene a tu presencia, Señor"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


¡¡Qué percepción tan corta cuando interpretamos la vida en su continuo acontecer y suceder, como premio o castigo, buena o mala suerte!!... ¡¡Qué dados somos a parar el mundo ante nosotros, con el sólo objetivo de conseguir metas, deseos, ilusiones, centrados en nosotros mismos!!...

El mundo es una unidad compleja, pero a la vez armónica, también desplegable, imposible de construir separados de los interese comunes, cuando vivimos distantes unos de otros... Según los criterios donde nos apoyemos, los frutos serán copiosos, o por el contrario, la cosecha de nuestra vida será baldía... lo anuncia hoy la Palabra de Dios en la liturgia, "los que viven según la carne, entregados a lo carnal, no construirán nunca el Reino", ni vivirán referidos a Dios y su Voluntad, que en definitiva es el germen de vida que Dios dejó impreso en nosotros al darnos el ser, lo favorezcamos, o, por el contrario, impidamos, que suceda por opciones y decisiones...

La propuesta de Dios sigue todavía vigente, hayamos o no caminado hasta ahora en esta dirección o la contraria... Dios nos busca apasionadamente... acojamos esta gracia que es gratuita, generosa, desbordante... Su amor restaura... recemos con la liturgia el salmo 123, y renovemos la fe en la alabanza...

"Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
él la fundó sobre los mares,
él la afianzó sobre los ríos. 

¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede estar en el recinto sacro?
El hombre de manos inocentes y puro corazón,
que no confía en los ídolos. 

Ése recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.
Éste es el grupo que busca al Señor,
que viene a tu presencia, Dios de Jacob" (Salmo 24)...


Ayudémonos a mantenernos en los caminos que Dios nos abre a cada paso que le dejamos caminar con nosotros... Recemos unos por otros para hacerlo posible y fácil... Pensemos, hasta recordar a todos, en los enfermos del blog... en todos uno a uno... también sus familias... Miremos al cielo pidiendo ayuda, y acogidos a la intercesión del Beato Tito, volvamos también a pedir la salud para todos, y un aumento de confianza para que nos sintamos cobijados por el amor de Dios, sintiendo su ternura y su misericordia, hasta convertirnos a la fe verdadera, de forma coherente...
"confiando en el Señor, no me he desviado"... 

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …

2 comentarios:

  1. 26/10/2019

    “ESTE ES EL GRUPO QUE VIENE A TU PRESENCIA, SEÑOR”

    Sin el Espíritu Santo no somos nada, navegamos perdido en nuestra naturaleza humana, sedienta de placeres mundanos, instintos que se desbocan si no nos abrimos a luz que imana de la fe y alumbra nuestra alma. Sólo con la ayuda de Dios, su Espíritu y su misericordia, podremos encaminarnos a su presencia y ser felices en plenitud por toda la eternidad.

    “Si el Espíritu del que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el que resucitó de entre los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales, por el mismo Espíritu que habita en vosotros” Carta del apóstol San Pablo a los Romanos (8,1-11)

    Por el pecado nos condenamos, por la fe y la confianza nos salvamos. Debemos alejarnos de aquello que nos aparta de Dios. Tenemos la libertad de hacerlo, o no. No nos faltan armas para encaminarnos, sin desviarnos por un callejón escabrosos, a encontrarnos con la misericordia del Señor. Podemos pensar que siempre tendremos tiempo, pero llega un momento en que ya no podremos dar marcha atrás, y como en la higuera del evangelio de hoy (Lc 13,1-9), Dios quiera, que nos coja llenos de buenos frutos, porque en caso contrario seremos cortados de raíz y solo serviremos para pudrirse en el suelo o arder en la hoguera. En nuestro caso, todos sabemos donde arderemos, mejor no nombrarlo.

    “Señor, déjala todavía este año; yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto. Si no, la cortas." (Lc 13,q-19)


    Seguimos, como cada día, unidos en comunión de los Santos. Rezamos y suplicamos desde nuestro interior, con fe, confianza y esperanza en la Resurrección. Pedimos al Padre, en nombre de Jesús, la salud de nuestros enfermos, especialmente de los más necesitados, como Rafaela y jesús, pero sin olvidarnos de ninguno de ellos y de los más pequeños. También pedimos la intercesión del Beato Tito Brandsma, que nos acompaña desde que iniciamos este camino de la confianza junto a la Virgen María. Amén

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