domingo, 27 de octubre de 2019

"El afligido invocó al Señor, y él lo escuchó"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Este domingo, es la misma Palabra de Dios, quien mide la distancia a que nos encontramos, de Dios, de los hermanos, y de nosotros mismos... ¡¡qué actitudes tan expresivas y sugerentes para alertarnos, dónde y cómo encontrarnos con la verdad, aprender a discernirla, y aceptarla!!... ¡¡Cuánto afina la percepción de la realidad, y cuánto realismo nos aporta la gracia, si vamos a Dios sin doblez, sin caretas, sin mecanismos de defensa!!... 

Ante Dios no caben engaños; Él nos conoce, nos ama, puede llenar en su plenitud todos nuestros vacíos, reparar todos nuestros errores, devolvernos la inocencia humilde, fruto del perdón, quizás inmerecido, pero restaurado de raíz al rozarnos en su misericordia... Sólo de nuestra actitud, hacemos depender los frutos de la gracia ¡¡es tan fácil erigirnos jueces de los demás!! que si desviamos la mirada, hasta rezando podemos pecar de soberbia... hoy nos pone delante el evangelio la mejor estampa...

Jesús nos alerta, llamándonos de nuevo a vivir de su amor, y expresarlo en los mil gestos de cada día, haciendo un mundo de hermanos, renacidos todos en la victoria sobre la muerte, el mal, y el pecado, de Cristo en la Cruz... Renovemos nuestra fe por la alabanza, y recemos con la Iglesia y los cristianos que rezan, el salmo 33 propuesto hoy en la liturgia...

"Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren 

El Señor se enfrenta con los malhechores,
para borrar de la tierra su memoria.
Cuando uno grita, el Señor lo escucha
y lo libra de sus angustias. 

 El Señor está cerca de los atribulados,
salva a los abatidos.
El Señor redime a sus siervos,
no será castigado quien se acoge a él" (Salmo 33)...


Volvamos a pensar unos en otros, y acercando la fe al conjunto sentiremos todos el consuelo de Dios y el "rescoldo" de su presencia desde la hermosa gracia de la comunión... Pensemos, como cada día, en los enfermos del blog, uno a uno... también sus familias... Miremos al cielo, y acogidos a la intercesión del Beato Tito, volvamos a pedir la salud para todos, y el consuelo que da la fe por la esperanza... El camino de la vida tiene espacios que no sabemos recorrer si no nos conduce la luz que alumbra el corazón y el alma...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …

1 comentario:

  1. “EL AFLIGIDO INVOCÓ AL SEÑOR, Y ÉL LO ESCUCHÓ”
    Salmo 33

    Con humildad y sinceridad, abierta mi alma al Señor, como el publicano del evangelio de hoy (Lc 18,9_14), comienzo con sus palabras, haciéndolas mía: “ten piedad de mi porque soy pecador”

    Es la HUMILDAD la clave de las lecturas de hoy, humildad que llega a lo más intimo del Ser de nuestro Señor Jesucristo, su Sagrado Corazón. Dios está especialmente al lado de los débiles y oprimidos, los ancianos, los niños, las viudas, los enfermos, los presos, y muy especialmente de los pecadores alejados de la salvación. En definitiva, al lado de los más necesitados.

    En el Evangelio, el Fariseo le lleva las cuentas hechas la Señor, como si Él no supiera lo que somos cada uno de nosotros, vanagloriándose de lo bueno y cumplidor que es. Pero con el Señor siempre se está en deuda, y eso lo olvidó el fariseo, presentándose altivo y orgulloso ante nuestro Salvador; en cambio el publicano, con una humildad impresionante, avergonzado de su comportamiento y de sus ofensas a Dios, sólo se declara pecador y se pone en manos de su misericordia.

    Humildad y misericordia van de la mano a los ojos de Dios. Tenemos que invocarlo con amor, declarándonos pecadores siervos de su misericordia, porque Él siempre nos escucha, por muy abandonado que nos sintamos en muchas ocasiones, a nuestro lado camina, levantándonos en cada caída, si elegimos, en libertad, ser hijos suyos y formar parte de su Reino.

    Me gustaría terminar con las preguntas que en el día de hoy se exponen en una página de comunicación cristiana: https://www.ciudadredonda.or

    “Para la reflexión
          ¿Miro a algunos de mis hermanos o familiares con desprecio? ¿Por qué? ¿Es que no tengo nada de que avergonzarme? ¿Cómo me debería comportar con ellos si actuase como lo haría Jesús?”

    Vivimos en humildad cristiana la comunión de los Santos, orando y suplicando a nuestro Padre que nos proteja. Confiamos plenamente en su voluntad, pero sabemos de su infinito poder y de su piedad, por eso le pedimos por la salud de nuestros enfermos, especialmente por los más necesitados en este momento. La Virgen María nos acompaña en la intercesión del Beato Tito Brandsma por todos y cada uno de ellos. Amén

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