sábado, 7 de septiembre de 2019

"Dios es mi auxilio"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


La coherencia es una "dama" con mucho señorío, que no es tan fácil ponerse a su altura, cuando queremos disculpar nuestra mediocridad sacando a relucir las acciones de los demás que nos parecen menos edificantes... ¡¡Qué expresivos resultan ser los fariseos, y cuánto de fariseos tenemos todos, tantas veces, cuando queremos colar el mosquito, sin apreciar que a cambio nos podemos estar tragando el camello!!...

¡¡Qué paciencia la de Jesús, al mostrarnos la verdad de su mano, haciéndonos descubrir que "los medios", están en función de "los fines", y sólo referidos a ellos, tienen sentido y merecen la pena; de lo contrario engordamos el ego y no nos sirve de nada... 

El salmo 53 nos ayuda a tomar conciencia de nuestra pequeñez, que si la remitimos a Dios, podemos tomar impulso en su poder, y crecer el deseo de vivir cercanos a sus dones, madurando la fe y creciendo en el amor para vivir entregados a los demás gratuitamente... Recemos entonces con la Iglesia en su liturgia, unidos a los que rezan cada día, con la misma Palabra de Dios...  

"Oh Dios, sálvame por tu nombre, 
sal por mi con tu poder. 
Oh Dios, escucha mi súplica, 
atiende a mis palabras. 

Pero Dios es mi auxilio, 
el Señor sostiene mi vida. 
Te ofreceré un sacrificio voluntario, 
dando gracias a tu nombre, que es bueno" (Salmo 53)...


Recordando a los enfermos del blog, como cada día... todos, uno a uno... también sus familias... miremos al cielo suplicantes y acudamos a la intercesión del Beato Tito para que consigamos de la misericordia de Dios, la gracia de la salud para ellos, y un aumento de gracia para creer, esperar, amar, en el mismo amor que somos amados... 
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …

4 comentarios:

  1. “DIOS ES MI AUXILIO”
    Salmo 53.

    Sólo hay que verse en apuros, incluso no muy graves, para acordarnos en primer lugar de nuestro Señor. La vida es alegría, pero también hay muchos momentos duros, que nos golpea en la base de nuestra seguridad, y porqué no decir “endiosamiento”, que hace tambalear nuestra existencia... ahí está precisamente Él para auxiliarnos, para entrar en razones cristianas de nuestra efímera fortaleza y encontrar en la Palabra nuestro refugio y auxilio:

    “Oh Dios, sálvame por tu nombre, sal por mi con tu poder. Oh Dios, escucha mi súplica, atiende a mis palabras.
    Pero Dios es mi auxilio, el Señor sostiene mi vida”... Salmo 53

    Dios lo dio todo por nosotros, mucho más que nosotros podremos darle nunca, pues se puso a los pies de los hombres, con una humildad infinita, entregando su Divinidad, su Sangre y su Cuerpo para nuestra redención del pecado, que nos condenaba a la muerte y darnos así la vida eterna. Momentos antes de morir en la cruz, entregó su Espíritu al Padre, y tras su ascensión a su derecha nos lo dejó a los hombres para guiarnos por la Palabra hacia la salvación: “gracias a la muerte que Cristo sufrió en su cuerpo de carne, Dios os ha reconciliado para haceros santos, sin mancha y sin reproche en su presencia. La condición es que permanezcáis cimentados y estables en la fe, e inamovibles en la esperanza del Evangelio que escuchasteis”... Carta del apóstol San Pablo a los Colosenses (1,21-23).

    Nuestro Señor Jesucristo es primero en todo, Dios verdadero, creador del mundo y redentor y salvador del hombre. Nuestra obligación como cristianos es alabarle, adorarle, obedecerle, amarle y vivir en la Palabra, y haciéndolo todo a la perfección, nunca podríamos pagarle lo que dio por nosotros y sólo su misericordia hará que alcancemos el Reino.

    Nosotros pecadores, a tu compasión y bondad nos acogemos en este blog, Señor. Yo pecador, a tu compasión y bondad me acojo, para que escuches mis súplicas. Tú sabes muy bien cuales son, lo que quiero, lo que te pido con una insistencia humilde y cansina, lo que te pedimos todos aquellos que la queremos tanto... Que se haga tu voluntad y no la nuestra... Pero escúchanos, Señor, no nos deje con este desconsuelo, atiende nuestras plegarias, nuestros ruegos y oraciones bañadas en lágrimas. Tú eres todo poderoso y nada hay imposible para Ti. Aunque pecadores, concédenos lo que te pedimos. Amén

    Me uno con las monjas carmelitas y a todos los seguidores del blog en oración por CRISTINA MACÍAS y por RAFAELA CORDERO, ambas gravemente enfermas, para que nuestro Señor haga de nuestra voluntad la suya y las sane de esta enfermedad que la tiene con tanto dolor a su familia.
    MARÍA está mucho mejor, ya fuera de peligro, por lo que le damos gracias a Dios y a la Virgen María que lleva la intercesión de nuestro Beato a los pies de la Cruz.

    Pedimos la intercesión del Beato Tito Brandsma. Espíritu Santo, Dios verdadero, guíanos al corazón del Padre, lleva nuestras oraciones y suplicas a lo más profundo de su voluntad; se centro y limite de nuestra comunión de los Santos, forma parte de nuestros sufrimientos, comprende nuestros anhelos para aquellos que amamos con toda nuestra alma y que sufren por su enfermedad. Derrama tus dones sobre nosotros y recoge para el Señor los frutos de nuestro amor por Él y la Virgen María. Amén.

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  2. Efectivamente, como decís en vuestro post "los medios están en función de los fines". Pero muchas veces con nuestro comportamiento anteponemos los medios en detrimento del fin, al igual que estos fariseos.
    Y estos medios se encuentran materializados en las reglas rígidas, hieráticas e inflexibles de los fariseos, medios que son inválidos para la consecución del FIN que nos muestra Jesús. Este fin se materializa en el amor al prójimo ante todo. Esta es la única "regla" que Él nos trajo y nos enseñó " amaos los unos a los otros como yo os he amado, en esto conocerán que sois mis discípulos". Es así de sencillo y así de simple...

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  3. Oración para que nuestros amigos, conocidos y reseñados consigan la salud, te lo pido Señor. Padrenuestro, Ave María y Gloria.

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