jueves, 29 de agosto de 2019

" Mi boca contará tu auxilio"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Celebra hoy la liturgia el martirio de San Juan Bautista, y conmueve -como suele pasar siempre- la causa que provoca semejante barbarie... El ser humano, que apela a la justicia, reclamando derechos, desde que tiene uso de razón, es tremendamente injusto ante la más pequeña contrariedad cuando no nos salimos con la nuestra... ¡¡la hipocresía!!... la herida de la hipocresía la causa el egoísmo, y nos contagia a todos, abierta o sigilosamente...

¡¡Cuántas veces creemos que podemos cerrar la puerta a la boca de la verdad!!... ¡¡qué ingenuos!!... y como mucho, podemos cerrar nuestros oídos, pero la verdad, aunque creamos matarla, no dejaremos nunca de escuchar su eco ¡¡es imposible!! la traemos impresa en la conciencia cuando venimos a  la vida; y ella misma es juez de quien la evita o le agrade....

Contemplando la escena del evangelio de la misa de hoy, serán muchas las escenas similares que vendrán a nuestra retina... y ojalá, el dolor que sintamos, despierte en nosotros un amor comprometido por la verdad, que nos ayude a salir de todos nuestros engaños... Nos ayudará rezar despacio el salmo 70, pidiendo a Dios ayuda y fortaleza para ser auténticos...

"A ti, Señor, me acojo: 
no quede yo derrotado para siempre; 
tú que eres justo, líbrame y ponme a salvo, 
inclina a mí tu oído, y sálvame.

Sé tú mi roca de refugio, 
el alcázar donde me salve, 
porque mi peña y mi alcázar eres tú, Dios mío,
líbrame de la mano perversa.

Porque tú, Dios mío, fuiste mi esperanza 
y mi confianza, Señor, desde mi juventud. 
En el vientre materno ya me apoyaba en ti, 
en el seno tú me sostenías. 

Mi boca contará tu auxilio, 
y todo el día tu salvación. 
Dios mío, me instruiste desde mi juventud, 
y hasta hoy relato tus maravillas" (Salmo 70)...


Rezando por los enfermos del blog... todos, uno a uno.. también sus familias... miramos al cielo, suplicando la intercesión del Beato Tito para recibir del cielo las gracias que sólo el cielo puede concedernos, y que tanto necesitamos... ¡¡la salud!! sí, para todos los que se encomiendan a nuestras oraciones, en esta ruta segura y discreta de la confianza, donde ponemos a Dios, como norte y guía, de nuestro camino hasta su Voluntad... su amor es infinito y nosotros creemos en él...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …

2 comentarios:

  1. “MI BOCA CANTARÁ TU AUXILIO”
    Salmo 70

    Hoy, festividad del martirio de San Juan el Bautista, precursor y anunciador del Cordero de Dios, este salmo le viene como anillo al dedo a la misión apostólica de quien ya en el vientre materno supo sentir la presencia de Dios. Como anunció su padre, Zacarías, fue anunciando la llegada de Jesús, preparándole el camino, aun sabedor del peligro que corría, pues él no se amedrentaba ante las amenazas, anteponiendo la verdad al peligro de morir, como así fue. El fue cantando al mundo el poder del Señor, como muestra del amor por los hombres, refugio y auxilio de todos los que le aclamaban y suplicaban misericordia.

    Fue, sin lugar a dudas, un ejemplo, san Juan el Bautista, no renunciando nunca a la verdad, con una fidelidad a prueba de decapitación por el que consideraba el Hijo de Dios, su primo Jesús, hijo de María. Vivamos en esa fe y confianza, cobijados en el refugio protector de nuestro Señor, que nos ama y quiere lo mejor para cada uno de nosotros. Seamos fieles a la Palabra, la única verdad y único camino de salvación y vida eterna.

    Nosotros pecadores, a tu compasión y bondad nos acogemos en este blog, Señor. Yo pecador, a tu compasión y bondad me acojo, para que escuches mis súplicas. Tú sabes muy bien cuales son, lo que quiero, lo que te pido con una insistencia humilde y cansina, lo que te pedimos todos aquellos que la queremos tanto... Que se haga tu voluntad y no la nuestra... Pero escúchanos, Señor, no nos deje con este desconsuelo, atiende nuestras plegarias, nuestros ruegos y oraciones bañadas en lágrimas. Tú eres todo poderoso y nada hay imposible para Ti. Aunque pecadores, concédenos lo que te pedimos. Amén

    Pedimos la intercesión del Beato Tito Brandsma. Espíritu Santo, Dios verdadero, guíanos al corazón del Padre, lleva nuestras oraciones y suplicas a lo más profundo de su voluntad; se centro y limite de nuestra comunión de los Santos, forma parte de nuestros sufrimientos, comprende nuestros anhelos para aquellos que amamos con toda nuestra alma y que sufren por su enfermedad. Derrama tus dones sobre nosotros y recoge para el Señor los frutos de nuestro amor por Él y la Virgen María. Amén.

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