viernes, 30 de agosto de 2019

"Alegraos, justos, con el Señor"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Improvisar, sin previos, es una ilusión vana cuando nos referimos a cosas importantes; lo vemos hoy en el evangelio de la misa... Vivir es algo tan personal, que no puede ser prestado en el último momento, como queriendo salir del paso... ¡¡la vida lleva su curso, queramos, o no, navegar en sus aguas!!... No vale mirar a otro lado cuando tengamos que recoger los frutos que hemos sembrado, si hemos cultivado en otros campos estériles... será tarde, entonces, y una necedad, apelar a querer apropiarnos del trabajo que hicieron otros, intentando mostrarlo como nuestro...

No es una amenaza la parábola de Jesús propuesta hoy en la liturgia ¡¡qué va!!... sabemos, y ésta sería la luz que no debe faltar a nuestra lámpara, que es el tiempo quien nos acerca a la vida, y no quien nos la arrebata de improviso... Nuestro mundo, tan centrado ¡¡o tan descentrado!! en lo puramente transitorio y pasajero, puede quedar sorprendido por la realidad, no de la muerte, sino ¡¡de la vida!!... ¡¡caminamos hacia la vida!!... y ahí está la tarea que puede ayudarnos a realizar la fe, y la Palabra de Jesús que la ilumina... En ello radica el deseo de Jesús ¡¡que nos demos cuenta que vivir es un don que ya hemos iniciado, y que no terminará nunca!!...

"El Señor reina, la tierra goza, 
se alegran las islas innumerables. 
Justicia y derecho sostienen su trono. 

Los montes se derriten como cera 
ante el dueño de toda la tierra; 
los cielos pregonan su justicia, 
y todos los pueblos contemplan su gloria. 

El Señor ama al que aborrece el mal, 
protege la vida de sus fieles 
y los libra de los malvados. 

Amanece la luz para el justo, 
y la alegría para los rectos de corazón. 
Alegraos, justos, con el Señor, 
celebrad su santo nombre" (Salmo 96)...


Pensemos en nuestros enfermos, peregrinos de la confianza... recordemos a todos, uno a uno... también sus familias... que la intercesión del Beato Tito nos alance del cielo, lo que sólo el cielo nos puede conceder... la salud para ellos, de cuerpo y de alma... y para todos, nuevas gracias que nos ayuden a valorar la fe y querer vivir de ella, aportando a nuestra vida más sentido y más coherencia... Que Dios sea el norte, y los hermanos la referencia que den pulso a nuestros marcadores, para que no nos despistemos al avanzar y lleguemos a puerto seguro...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …

3 comentarios:

  1. “ALEGRAOS, JUSTOS, EN EL SEÑOR”
    Salmo 96

    La alegría que se siente cuando se es buen cristiano, cuando se es justo y caritativo, no tiene parangón con otra sensación positiva del ser humano. Es una alegría que hace abrir nuestra alma a los dones del Espíritu Santo y la hace rebosar de los frutos que desde ella se expanden a nuestro alrededor, beneficiando así a toda la comunidad a la que pertenecemos y con ellos a todo el mundo. Por muy aislados que estemos en un rinconcito, nuestra alegría se extenderá como una plaga de misericordia entre todos los hombres.

    Decía San Pablo a los Tesalonicenses (4,q-8): “Esto quiere Dios de vosotros: una vida sagrada... Dios no nos ha llamado a una vida impura, sino sagrada. Por consiguiente, el que desprecia este mandato no desprecia a un hombre, sino a Dios, que os ha dado su Espíritu Santo”... pues si, esto es lo que quiere Dios de nosotros, que seamos justos, como quisiéramos que fueran con nosotros; que no nos dejemos llevar por nuestra imperfecta naturaleza que nos arrastrará por los pecados capitales; y que vayamos directo al mensaje de la Palabra: el amor a Dios sobre todas las cosas, que no es otra cosa que amar a nuestro prójimo como quisiéramos ser amados, por ser hijos de Dios y hermanos nuestros en Cristo Resucitado.

    El Señor reina, la tierra goza... Justicia y derecho sostienen su trono... El Señor ama al que aborrece el mal, protege la vida de sus fieles y los libra de los malvados... Amanece la luz para el justo, y la alegría para los rectos de corazón”... Salmo 96

    No debemos descuidarnos de nuestras obligaciones como cristianos, estar atentos a las tentaciones para anteponer nuestro amor a Dios a las consecuencias de caer en ellas, y que nos sorprenda el momento de abandonar esta vida.... “-Señor, señor, ábrenos. Pero él respondió: -Os lo aseguro: no os conozco. Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora”... (Mt 26,1-13)

    Nosotros pecadores, a tu compasión y bondad nos acogemos en este blog, Señor. Yo pecador, a tu compasión y bondad me acojo, para que escuches mis súplicas. Tú sabes muy bien cuales son, lo que quiero, lo que te pido con una insistencia humilde y cansina, lo que te pedimos todos aquellos que la queremos tanto... Que se haga tu voluntad y no la nuestra... Pero escúchanos, Señor, no nos deje con este desconsuelo, atiende nuestras plegarias, nuestros ruegos y oraciones bañadas en lágrimas. Tú eres todo poderoso y nada hay imposible para Ti. Aunque pecadores, concédenos lo que te pedimos. Amén

    Pedimos la intercesión del Beato Tito Brandsma. Espíritu Santo, Dios verdadero, guíanos al corazón del Padre, lleva nuestras oraciones y suplicas a lo más profundo de su voluntad; se centro y limite de nuestra comunión de los Santos, forma parte de nuestros sufrimientos, comprende nuestros anhelos para aquellos que amamos con toda nuestra alma y que sufren por su enfermedad. Derrama tus dones sobre nosotros y recoge para el Señor los frutos de nuestro amor por Él y la Virgen María. Amén.

    ResponderEliminar
  2. Derrama tus dones Señor Jesús y sana a nuestros enfermos del blog. Amen

    ResponderEliminar