lunes, 1 de abril de 2019

"Te ensalzaré, Señor, porque me has librado"...



 Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!



Hoy es la esperanza la estrella que ilumina la liturgia, y a su luz podemos fortalecer nuestra fe, acercándonos cada día a la conversión que la cuaresma nos propicia desde el corazón de Dios que nos busca apasionadamente... Las promesas contenidas en la Palabra de Dios, son señales que nos tienen que ayudar a mantener el ritmo, mientras recorremos la vida, incorporándonos a la Voluntad de Dios sobre nosotros, descubriendo el surco abierto con "molde propio", pensado y soñado para  cada uno, dentro de su proyecto...

Dios nos conoce... somo creados a su imagen... traídos a la vida para aportar nuestro don al conjunto, haciendo posible la eficacia de su actuar, si nos dejamos conducir por sus criterios y valores, que no son los que imperan en nuestro mundo y nuestra cultura, pero que son los que construyen y mantienen el sólido fundamento donde el ser humano recobra la dignidad de hijo de Dios, que las sombras del mal intenta destruir y arrebatar, y donde nos es tan fácil instalarnos, engañados por las seducciones del maligno...

¡¡Bonito salmo, el recogido en la liturgia hoy, para elevar al cielo nuestra alabanza, seguros de que Dios nos protege, nos cuida, nos defiende del mal!!... reconocer su obrar admirable sobre nosotros y acunarnos en su poder, nos introduce en el camino de la confianza, manteniendo las certezas que oculta el misterio, en las que creemos y esperamos...

"Te ensalzaré, Señor, porque me has librado
y no has dejado que mis enemigos se rían de mí.
Señor, sacaste mi vida del abismo,
me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa.

Tañed para el Señor, fieles suyos,
celebrad el recuerdo de su nombre santo;
su cólera dura un instante;
su bondad, de por vida;
al atardecer nos visita el llanto;
por la mañana, el júbilo.

Escucha, Señor, y ten piedad de mí;
Señor, socórreme.
Cambiaste mi luto en danzas.
Señor, Dios mío, te daré gracias por siempre" (Salmo 29)...


Los peregrinos de la confianza, que van por senderos opacos, inmersos en el dolor y la lucha, son el centro de nuestra oración diaria... Pensamos en ellos hasta recordar a todos, uno a uno... también sus familias... Miramos al cielo suplicantes, poniendo en la intercesión del Beato Tito el grito de nuestra fe humilde, insistente, perseverante, hasta que nos arranque del cielo el milagro que imploramos... Dios que nos escucha puede socorrernos, y su poder puede cubrirnos de gloria por su gran misericordia...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro - Ave María - Gloria...

2 comentarios:

  1. "TE ENSALZARÉ, SEÑOR, PORQUE ME HAS LIBRADO"...

    "Te ensalzaré, Señor, porque me has librado... Señor, sacaste mi vida del abismo... su cólera dura un instante; su bondad, de por vida... Escucha, Señor, y ten piedad de mí; Señor, socórreme...Señor, Dios mío, te daré gracias por siempre"... Salmo 29.

    Ensalzamos al Señor porque es mucho lo que ha entregado por nosotros: se hace hombre, siendo Dios, dando su vida tras humillaciones y sufrimientos a manos de los mismos hombres que vino a salvar de la muerte. Es la Cuaresma un momento idóneo para alabar la grandeza omnipotente de Dios, que se llena de humildad para nuestra redención.

    En la fe y la confianza esta la clave de la esperanza en la salvación. En el Evangelio de Hoy, Jn (4,43-54), un funcionario del Rey sale al encuentro de Jesús y le pide que cure a su hijo, que está en otra localidad; viendo la fe que tenía, no puede negarse a concedérselo y realiza un milagro, lo cura... Sólo así, confiando ciegamente, podemos ganarnos la voluntad del Señor. Tenemos que pedir desde muy dentro de nuestro corazón, con la seguridad absoluta que Él nos escucha siempre, que nos ama infinitamente y que quiere lo mejor para nosotros.

    El Señor nos libra del pecado y de la muerte. Nos concede, por el sacrificio de la Cruz, la redención de nuestros pecados y la posibilidad, en libertad, de salvarnos de la muerte y vivir, en felicidad plena, eternamente en su presencia. ¿Cómo no ensalzar al Señor?: lo ensalzamos, lo alabamos, lo adoramos y lo amamos sobre todas las cosas, en el amor a nuestros hermanos en Cristo Resucitado, ejerciendo la Caridad.

    No podemos olvidarnos del Evangelio de hoy, donde la confianza y la fe hacen que Jesús, el Hijo de Dios y Dios mismo, realice un milagro, curando a un enfermo moribundo que no está en su presencia, a petición de su padre. En nuestro blog, por la intercesión del Beato Tito Brandsma, no nos falta ni fe ni confianza en la voluntad de Dios, ni nos falta amor a María Santísima, que nos acompaña en esta comunión de los Santos desde el primer día, donde rezamos y suplicamos al Padre que nos conceda en el nombre de su Hijo, nuestro redentor y salvador, la salud para todos y cada uno de nuestros enfermos. Hoy especialmente por María del Mar Huerta Vazquez, que ha sido intervenida quirúrgicamente. También sigue necesitando de nuestras oraciones por su gravedad Cristina Macías Castro y todos aquellos que estén más necesitados en estos momentos. Padre, concédenos la gracia que te pedimos. Amén.

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