sábado, 27 de octubre de 2018

"Ofender al Señor no nos sale gratis"...


Volvemos a ver marcado en el calendario 27, y sentimos vértigo de ver cómo corre el tiempo, veloz, llevando y trayendo la vida, en nuestro propio vivir... Nuestro camino de comunión por la senda firme de la confianza, va construyéndonos por dentro haciéndonos más hermanos y más cristianos... ¡¡no lo olvidemos!! fue la fe -por el dolor- quienes nos hicieron entrar en esta aventura, donde vamos aprendiendo a cambiar las preguntas que solemos los humanos -hacer al viento- en el lamento del ¿por qué? ¿por qué a mí?, a la escucha que despierta y motiva el sentido de, ¿qué habrá detrás de esto?... Y se nos va desvelando que precisamos la luz de la trascendencia para hacer frente a lo real, si de verdad queremos que la Voluntad de Dios nos construya interiormente, en vez de vernos deteriorar -incluso destruir- por el sufrimiento, inevitable compañero de camino...


Dios, que es amor, y sólo puede amar, se acerca a nosotros de mil modos, ofreciéndonos ese don "desmedido" que es su amor... amor en el que está nuestra grandeza y la audacia de pisar en la tierra buena de la vida, donde se hace camino cierto y verdadero, desplegando sus mismos dones, en sus mismos efectos... 

Nos cuesta dar el paso a la fe práctica, porque dedicamos poco tiempo a contemplar al crucificado... en un mundo de valores subjetivos donde impera el egoísmo y la idolatría, de mil modos disfrazados, es imposible agudizar los sentidos internos hasta que despertemos al don de la gratuidad en el amor infinito de Dios, que es de donde nacemos y lo que nos mantiene vivos para siempre, porque saldó nuestra muerte con su sangre, mientras nosotros, un tanto rezagados, nos vamos damos cuenta de a qué precio fuimos comprados...

Quien no se ha sumergido en el amor gratuito de Dios, no puede entregarse a la libertad de la fe, que nos sitúa en nuestro "pedestal" de criaturas, referidas a Él, pero criaturas; sin más pretensiones que vivir a su cobijo y amparo, con el corazón a la escucha de su Voluntad, haciéndonos hijos suyos, dibujando en el mundo con nuestros actos, el Reino de Dios...  

Merece la pena pensar qué valor tiene para nosotros la gracia de Dios, y, si de verdad la valoramos como el don mayor que hace camino con nosotros mientras el tiempo desemboca en lo eterno, y hacemos frente a la cosecha que sembramos al vivir en la tierra de nuestra vida... Pidamos al Señor luz para valorar el tiempo y su gracia, porque su amor propone sin imponer, y respeta nuestras opciones entregándonos nuestra cosecha al llegar al final del camino...

Recemos una vez más, poniendo la fe en acto para que maduremos en el tiempo y demos los frutos que Dios quiere... Pensemos unos en otros y acordémonos de los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... Mirando al cielo, con la intercesión del Beato Tito, imploramos la misericordia de Dios, para que recobren todos la salud y nos convirtamos a la fe y al amor de Dios, que siempre sana...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...


 Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro - Ave María - Gloria...

2 comentarios:

  1. "OFENDER AL SEÑOR NO NOS SALE GRATIS"...

    A veces pienso, y me preocupa bastante, que realmente no tenemos fe, o si no cómo pecaríamos con tanta frecuencia y casi siempre cayendo en las mismas ofensas. De que nos sirve el propósito de enmienda, si una y otra vez volvemos a fallarle. Si realmente tuviésemos fe No tendríamos el valor o la osadía de cometer de forma tan reiterada las mismas afrentas. Tenemos que ser conscientes de nuestra misión como cristianos, de nuestra labor apostólica y no defraudar más ni a Dios ni a nuestros hermanos en Cristo Resucitado.

    Puede parecer que un pecador no afecta al conjunto de la Iglesia ni al pueblo de Dios, pero no es así, porque el ejemplo que se da con el pecado es un lastre para la fe. Un pecador, consciente, cuando no presumiendo, de que está actuando mal, en contra de la Palabra, arrastra siempre a otros al pecado. Es decir, no sólo somos responsable de nuestros actos, sino que somos responsable de todos aquellos que se dejen llevar por nuestros escándalos y obscenidades, alejándolos de la salvación. El pecado es todo lo contrario al apostolado y anuncio del Evangelio.

    Es necesario que recapacitemos sobre nuestros actos, sobre las incongruencias de nuestras vidas si decimos llamarnos cristianos. Tenemos que preguntarnos si realmente tenemos fe, confianza en la voluntad de Dios y esperanza en la salvación. No debemos de estar tan confiando en que la misericordia infinita del Padre nos perdonará cuando vuelva su Hijo a juzgarnos, puede que no hayamos tenido tiempo de reconciliarnos con Él y el plato de la balanza nos aparte de su presencia por toda la eternidad.

    Nuestras oraciones y nuestros ruegos al Padre, en comunión de los Santos, por todos los enfermos de nuestro blog por la intercesión del Beato Tito Brandsma. Virgen María, esperanza nuestra, ayúdanos en lo que pedimos. Amén

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