miércoles, 28 de febrero de 2018

"Y a ti misma una espada te traspasará el alma"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


 "Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: 
"Éste ha sido puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; 
y será como un signo de contradicción 
-y a ti misma una espada te traspasará el alma-, 
para que se pongan de manifiesto los pensamientos de muchos corazones
(Lc. 2,34-35).

Nos puede ayudar estos días, mirar despacio en la vida "callada" de la Virgen, a modo de reflexión, los momentos de desconcierto, dolor y asombro, que el misterio de Jesús, su Hijo, provoca a su vida y a su fe, y que ella introduce en su corazón, activando la confianza, mientras el mismo misterio, se desvela, hasta revelarse... La piedad popular lo recoge y presenta como las "siete espadas" que traspasan su corazón de madre... Abarcan toda la vida de Jesús, en la propia vida de María...

La profecía de Simeón "-y a ti misma una espada te traspasará el alma-", al inicio mismo de la vida de Jesús, fue un anticipo, que sin duda empezó a dar forma al misterio desbordante que la cubrió en la Encarnación y que se empezaba a desplegar en lo cotidiano, sin muchas explicaciones objetivas, ni razonables... Dios, que es otra cosa, nos lleva siempre a otros terrenos...


El misterio suele tener luz propia... y el misterio mismo, si nos situamos ante él, desde la actitud adecuada, va expresándose, iluminando el corazón creyente... es una luz que confirma... que unifica interiormente... que afina la percepción de otras verdades más hondas, que configuran hasta dar al ser y al vivir, talante propio... Pero, a su vez, no evita nada de lo que la vida contiene de oscuro e incierto... El dolor duele... el sufrimiento está... los interrogantes, confunden... y el abandono se impone como germen, del que brota cada vez con más vigor, la tierna planta de la confianza...

Cuando Dios irrumpe en la vida de una persona, trastoca todo, y desde ese momento no podemos dejar de remitirnos a esa gracia, porque a partir de entonces, las opciones ya no serán nunca definitivas... Habrá que buscar al Señor en cada acontecer y entregarse a su voluntad, expresada de mil formas, a cada paso... La vida de la Virgen lo revela de forma clara y coherente... Si caminamos a su lado, aprenderemos a vivir de fe, pero, eso sí, caminando de fe, en fe... Las certezas quedarán en su momento impresas en el corazón, sin saber cómo, pero a cambio, nuestra entrega tiene que ser elaborada en la confianza...


Debemos rendirnos con humildad a lo "evidente", y dejar nuestras trampas con que nos empeñamos en evitarlo... La vida es un don para el cielo, y tenemos que trascender lo relativo para despertar el deseo de lo esencial, y despejar el norte al que dirigirnos dócilmente... 

Estamos en cuaresma y Dios nos acerca la gracia de manera abundante... la oración activa el don de Dios y nos dispone a ser receptivos... Tenemos que seguir ayudándonos unos a otros, a valorar lo que vale, y mantener la dirección correcta, al hacer camino... Pensemos, hasta recordar, a todos los enfermos del blog... uno a uno.. también a sus familias... y porque somos débiles y necesitamos la fuerza de lo alto, queremos llegar al cielo, al amparo y protección del Beato Tito... pedimos su intercesión para que nuestras súplicas sean escuchadas, y devueltas en bendición para todos, y en aumento de gracias actuales al alma de cada uno... Dios sabe que queremos la salud de todos los que están atravesando la oscuridad por la enfermedad, a la vez que sabe que queremos mantenernos en el camino de la confianza de corazón, porque Él es nuestro Padre, y sólo quiere el bien para nosotros...
"confiando en el Señor no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María

5 comentarios:

  1. "A TÍ MISMA UNA ESPADA TE TRASPASARÁ EL ALMA"...

    Muchos tenemos, como María, el alma traspasada por la incertidumbre y el dolor.

    Ella, concebida sin pecado original, Inmaculada, que conocía desde la anunciación la naturaleza Divina de su hijo, le debió costar entender el misterio de la Redención por el sacrificio y la muerte de su Hijo en la cruz. Su hijo, el Hijo de Dios, como le anunció el angel Gabriel. "No, no fue un sueño, fue real"... ¿Cuántas veces podría haberse preguntado eso María a lo largo de la vida de Jesús?... como explicarse y como soportar tanto dolor desde que fue apresado, hasta que, a los pies de la cruz, lo ve expirar. ¿No creéis que más de una vez le imploraría al Padre para que todo fuese un sueño, o le increpara por haberlo abandonado? ¿Quiénes de ustedes no lo haría en su caso?... el dolor, su alma destrozada y su corazon sangrando de amor multiplicado por su Hijo crucificado, al pie de la cruz, tuvo que ser terrible... pensarlo, pararos un momento y meditar en lo que sentiría... duele... ¿verdad qué duele?.

    Comprendo el dolor que sentiría Maria al ver a su hijo sufrir, no se puede explicar con palabras lo que se quiere a un hijo o a una hija. ¿Cómo describir ese desconsuelo inconsolable...?

    Esa profecía de Simeón, el día que Jesús fue presentado en el templo, se cumplió en toda su integridad. El alma de María fue traspasada de dolor, pero permaneció fiel a su promesa, esclavitud a la Voluntad del Padre. Soportó el dolor de ver a su hijo amado sufrir y dar su vida por toda la humanidad, no ya sólo por el pueblo elegido, el pueblo judío, sino por todos los hombres. Esa firmeza de María, por amor a su hijo y a toda la raza humana, es testimonio de confianza en quien sabe nos dará la vida eterna y es en la que todos, los que tenemos atravesada el alma por el dolor, tenemos que apoyarnos, la Confianza de Maria es nuestra confianza.

    Todos los que tenemos a un ser querido enfermo, seguimos el ejemplo de Maria para sobrellevar la herida de nuestra alma.

    Esa confianza es nuestro nuestro mayor valor, nuestra armadura para resistir los embates de esta vida. Nadie está libre del dolor, porque la vida conduce inexorablemente a la muerte y nuestra naturaleza es débil, se deteriora nuestra integridad física y mental con el paso del tiempo, y nuestro egoísmo e instintos naturales, cuando no se dominan con la ayuda del Espíritu Santo aun agravan más estas circunstancia, por atentar el hombre contra el propio hombre.

    El dolor forma parte de nuestras vidas, tarde o temprano aparecerá y sólo el sentirnos esclavos del Señor, de su voluntad, como Maria lo fue, nos dará consuelo, porque sabemos que sólo el nos conduce a la Vida.

    Hoy más que nunca somos conscientes de lo que sufre un padre o una madre, desde aquí os animo a seguir el ejemplo de Maria, que nos ha acompañado día tras día en este blog por la intercesión del Beato Tito Brandsma por la salud de nuestros enfermos. Sabemos que nuestro Padre no nos abandonará nunca y por ello confiamos plenamente en sus planes, que sabemos serán lo mejor para nosotros, porque su amor es infinito y eterno y su misericordia, como un vendaval en la confianza que le tenemos, nos arrastra hacia Él.

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  2. Por todos los enfermos y por sus familias que tengan la salud y el consuelo necesarios. Te lo pedimos Señor.

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