lunes, 6 de junio de 2022

San Titus Brandsma, ruega por nosotros...


Oración escrita por San Titus Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


4. Testigo del Perdón

Buscando Diálogo

Durante toda su vida, el P. Tito Brandsma fue un hombre de perdón y de reconciliación incluso en las situaciones y contextos más complicados. Cuando fue Asistente de la prensa católica tuvo que afrontar situaciones complejas (crispación política, tensión, luchas sindicales, radicalización, etc) y siempre hizo gala de un talante dialogante, abierto a la escucha de todos. Ello le valió el apodo de “el reconciliador”.

Igualmente, durante el año en que ocupó el cargo de Rector Magnífico de la Universidad Católica de Nimega, el profesor Brandsma intentó crear un ambiente de diálogo y buscó siempre encontrar ámbitos de encuentro y entendimiento. No fue fácil, ya que las universidades centroeuropeas al principio de los años 30 se encontraban en un ambiente de extrema tensión entre radicalismos de diverso signo (comunistas, fascistas, nacionalistas, etc).

Quizás en este marco podemos entender mejor su afición por el esperanto, la lengua artificial creada por Ludwig Zamenhof para evitar tanto la división (incluso la violencia) provocada por la no siempre fácil convivencia de lenguas, como para rechazar el colonialismo lingüístico que, en no pocas ocasiones, lleva a la imposición. El esperanto fue para él - quizás de forma algo romántica - un instrumento de entendimiento, una forma de superar las barreras lingüísticas que, en no pocas ocasiones, se convierten en barreras raciales, supremacistas, y discriminatorias.

Ecumenismo

Igualmente, desde este punto de vista, se entiende en toda su profundidad la actitud ecuménica del beato Tito. Nuestro carmelita fue un verdadero pionero del ecumenismo en el Carmelo. Formó parte, con gran entusiasmo, del llamado “Apostolado de la reunificación”, orientado al mejor conocimiento y al acercamiento de los católicos con las iglesias orientales. Asimismo, mostró siempre un actitud muy respetuosa y cercana hacia los protestantes (mayoría en los Países Bajos) y siempre buscó el diálogo franco y fraterno con los hermanos separados.

Enfrentando el conflicto

Durante los duros meses de cautiverio en diversas cárceles y campos de concentración, el P. Tito convivió con varios protestantes, algunos de los cuales testificarían después en el proceso de beatificación, destacando su bondad, su cordialidad y su profunda confianza en el Señor.

Todo esto no quiere decir que fuera un “diplomático” o que no tuviera fuertes principios éticos y religiosos. Todo lo contrario. De hecho, tras la invasión de Holanda, en no pocas ocasiones, el profesor Brandsma mostraría su firme oposición a algunas de las medidas del gobierno de ocupación, tanto en el tema de la educación (cuando se negó a obedecer la orden que obligaba a expulsar a los niños judíos) como en el tema de la prensa (cuando pidió a los directores de los periódicos católicos que se negasen a publicar las consignas nazis). No obstante, pese a su firme rechazo de la ideología nacionalsocialista, nunca mostró odio hacia los guardianes de los Lager por los que pasó. Más aún, nuestro carmelita invitaba a los religiosos con los que coincidió en Dachau a orar por ellos. En el fondo, él creía que ceder al odio hubiese sido la verdadera victoria del mal…

Tampoco odiaba el P. Tito a los alemanes como pueblo, como nación. Cuando el Sargento Judicial Hardegen le pidió que escribiese un pequeño ensayo acerca de los motivos por los que los holandeses y especialmente los católicos se oponían al nacionalsocialismo, el prisionero elaboró un breve ensayo en el que desarrollaba los motivos filosóficos, éticos y religiosos de dicha oposición (tema sobre el que había disertado con frecuencia en sus clases universitarias). Pese a la frontal oposición, el escrito concluía con una hermosa bendición: ¡Dios salve a Holanda! ¡Dios salve a Alemania! Ojalá Dios conceda a estos dos pueblos volver a caminar en paz y en libertad y reconocer su Gloria para el bien de estas dos naciones tan cercanas…

Hoy

En un mundo como el nuestro, lleno de divisiones y conflictos, el P. Tito aparece ante nuestros ojos como un ejemplo, como un testigo de que la reconciliación y el perdón son posibles, pese a las dificultades, y como un verdadero mártir los valores cristianos más auténticos.


Sigamos encomendando a nuestro enfermos a su poderosa intercesión y demos gracias a Dios por su testimonio y por su canonización.

San Titus Brandsma, ruega por nosotros:

"Dios de la paz y de la justicia,
Tú que abres nuestros corazones al amor
y a la alegría del Evangelio
incluso en medio de las innumerables formas de violencia
que pisotean la dignidad de nuestros hermanos y nuestras hermanas,
ayúdanos con tu gracia,
para que, como san Titus Brandsma,
podamos con compasión, ver más allá de los horrores de la injusticia,
y contemplar tu gloria que resplandece a través de los mártires
de todos los tiempos, y ser así tus testigos auténticos en el mundo de hoy. Amén".

2 comentarios:

  1. Madre mía ten compasión de mis pecados y dame el coraje para sentir la alegría de Cristo cada día.

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