domingo, 21 de febrero de 2021

"Tus sendas, Señor, son misericordia y lealtad para los que guardan tu alianza"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


El centro de la liturgia, en este primer domingo de cuaresma, lo vemos situado en el desierto, lugar solitario, inhóspito, de encuentro consigo mismo, donde se hace frente al tentador y a la tentación, fortaleciendo el espíritu, para asumir el reto de la voluntad de Dios en la misión encomendada... Es lo que hace Jesús antes de iniciar su ministerio, y lo que se nos sugiere a nosotros en este tiempo de gracia, que es la cuaresma, con que somos invitados a volver al Señor y acoger su misericordia, aprendiendo en su mismo amor, a  amarnos entre nosotros...

¿Sentimos al escuchar a Jesús "se ha cumplido el tiempo, está cerca el reino de Dios. Convertíos y creed en el evangelio" que esta Palabra es objetiva, real, y que me la dice Jesús a mí, personalmente? ¿estoy dispuesto a pisar el camino de la conversión, y recorrerlo comprometidamente, esta cuaresma?... Es fácil dejarse vencer por la astucia del tentador ¡¡es tan sutil cada una de sus propuestas!!...

Si no escuchamos cada día la Palabra de Dios, si no frecuentamos la gracia en los sacramentos, si no practicamos las obras de misericordia, es fácil que seamos arrebatados por otras propuestas, tan seductoras como dañinas y engañosas, que nos impiden llegar a la paz del alma, y a los verdaderos valores de la fe, que Dios regala, y que nosotros necesitamos... Recemos el salmo 24, deseosos de ser llevados a la sabiduría por la misericordia de Dios, que quiere salvarnos...

"Señor, enséñame tus caminos,
instrúyeme en tus sendas:
haz que camine con lealtad;
enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador. 

Recuerda, Señor, que tu ternura
y tu misericordia son eternas.
Acuérdate de mí con misericordia,
por tu bondad, Señor. 

El Señor es bueno y es recto,
y enseña el camino a los pecadores;
hace caminar a los humildes con rectitud,
enseña su camino a los humildes" (Salmo 24)...


Recemos humildes, unos por otros, y unamos fuerzas para reforzar la comunión y la fe... Recordemos a los enfermos del blog, peregrinos de la confianza... todos, uno a uno... también sus familias... demos cabida, cómo no, a los contagiados de esta pandemia de coronavirus, que nos azota sin piedad... Miremos al cielo y pidamos la intercesión del Beato Tito, para que nos sintamos socorridos, fortalecidos, ayudados... Que Dios y su misericordia vengan sobre nosotros, como lo pedimos con fe, mientras aguardamos la esperanza en su poder, por su Palabra...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria

2 comentarios:

  1. AYÚDANOS SEÑOR, NO LA ABANDONES, TEN PIEDAD.

    A tu compasión y bondad nos acogemos en este blog, Señor. A tu compasión y bondad me acojo, para que escuches mis súplicas. Tú sabes muy bien cuales son, lo que quiero, lo que te pido con una insistencia humilde y cansina, lo que te pedimos todos aquellos que la queremos tanto... Que se haga tu voluntad y no la nuestra... Pero escúchanos, Señor, no nos deje con este desconsuelo, atiende nuestras plegarias, nuestros ruegos y oraciones bañadas en lágrimas. Tú eres todo poderoso, y nada hay imposible para ti; grande son tus obras, nada comparable a la necesidad que tenemos de tu amparo. Concédenos lo que te pedimos. Amén

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  2. Hoy nos encontramos en el primer domingo de CUARESMA y el evangelio nos habla del pasaje de los cuarenta días de Jesús en el desierto donde experimentó todo tipo de tentaciones. El evangelio de hoy está lleno de simbología tanto por la numerología como por la localización elegida.

    Por una parte, el número cuarenta es muy significativo en la Biblia. Este número se recoge en varios pasajes importantes: los cuarenta días que dura la CUARESMA (periodo que acaba de comenzar), los cuarenta días que Jesús pasó en el desierto, los cuarenta años que Moisés estuvo vagando en el desierto con el pueblo de Israel hasta llegar a la Tierra Prometida, o los cuarenta días que Jesús tardó en presentarse ante sus discípulos después de su muerte. El número cuarenta está vinculado y con un periodo de cambio y simboliza un tiempo de transformación.

    Por otra parte, el desierto también es un elemento con profunda simbología en la Biblia. Es un lugar árido, seco e inhóspito. El escenario perfecto para periodos de prueba y aprendizaje. Atravesar el desierto significa sortear todo tipo de pruebas, obstáculos y “tentaciones” que en algún momento de nuestra vida nos vamos encontrando. Traspasar el desierto está relacionado con un momento de crecimiento interior en nuestra vida, sobrevenido tras un periodo de aridez en el que hemos tenido que sortear todo tipo de dificultades.

    El evangelio de hoy mezcla ambos elementos, uniendo un periodo de cambio y transformación (simbolizado por el número cuarenta) con el escenario propicio para ese periodo de prueba y aprendizaje (simbolizado por el desierto).

    ¿Quién no ha sentido en algún momento de su vida atravesar su desierto particular, tentado como hoy Jesús, por las causas más insospechadas?.

    Lo importante es que tras nuestro paso por ese “desierto” salgamos reforzados tras haber sido capaz de sortear todos los obstáculos y tentaciones. Lo importante es que nuestro paso por el desierto nos reporte ese desarrollo personal en nuestra vida y nuestra “conversión” hacia una versión mejor de nosotros mismos.

    Esperemos que en este periodo de cuaresma que acabamos de comenzar no nos olvidemos de nuestros enfermos y que puedan sentir nuestra cercanía y nuestro aliento a través de nuestra oración común hacia ellos. La intercesión de nuestro beato Tito sin duda ayudará a ello.





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