domingo, 31 de enero de 2021

"Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: «No endurezcáis vuestro corazón»"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Cuando creamos en nosotros la actitud adecuada para la escucha de Jesús, su Palabra tiene unas consecuencias que nos invade el asombro, porque ciertamente no estamos ante cualquier Palabra... la Palabra de Jesús incomoda el "desorden" en que vivimos tantas veces "acomodados", e ilumina las trampas donde nos lleva al engaño la idolatría hasta dejarnos seducir por el mal y caer en sus garras... Esta Palabra escuchada dentro de nosotros, cura de raíz, muestra la verdad, salva, cura, enseña, conduce...

Permitamos por la escucha orante de la Palabra, el verdadero discernimiento, que deje salir de nosotros el espíritu del mal, y nos quedemos tocados por las propuestas de Jesús, reconociendo que estamos ante la verdad que libera, y nos capacita para llenarnos de gracia...

Eduquemos el oído a percibir otros lenguajes que discrepan ciertamente del vocerío imperante, sin mensaje, sin palabras, sin alma... la voz de Dios dada al mundo en su Palabra, tiene para quien la escucha, capacidad de asombrar y "enganchar"... palabra que hace mientras dice, y trastoca en nosotros lo que nos impide vivir en la luz, la verdad, sin cadenas que nos esclavicen... ¡¡ojalá, escuchemos hoy esta voz, y la sigamos!!...  

"Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos. 

Entrad, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios, y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía. 

Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y me tentaron, aunque habían visto mis obras»" (Salmo 94)...


Recemos unos por otros... recordemos y pensemos en todos los enfermos del blog... también sus familias... Acudamos al Beato Tito, aunemos nuestras intenciones y pidamos para todos, la salud, la fortaleza, la paciencia, la fe y la confianza, de que el cielo nos escucha y responde, aunque los tiempos de Dios sean distintos y estén distante de los nuestros... no nos desanimemos, Dios es nuestro Padre y va con nosotros, conduciéndonos a Él...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria

4 comentarios:

  1. A tu compasión y bondad nos acogemos en este blog, Señor. A tu compasión y bondad me acojo, para que escuches mis súplicas. Tú sabes muy bien cuales son, lo que quiero, lo que te pido con una insistencia humilde y cansina, lo que te pedimos todos aquellos que la queremos tanto... Que se haga tu voluntad y no la nuestra... Pero escúchanos, Señor, no nos deje con este desconsuelo, atiende nuestras plegarias, nuestros ruegos y oraciones bañadas en lágrimas. Tú eres todo poderoso y nada hay imposible para Ti. Concédenos lo que te pedimos. Amén

    Espíritu Santo, Dios verdadero, guíanos al corazón del Padre, lleva nuestras oraciones y suplicas a lo más profundo de su voluntad; se centro y limite de nuestra comunión de los Santos, forma parte de nuestros sufrimientos, comprende nuestros anhelos para aquellos que amamos con toda nuestra alma y que sufren por su enfermedad. Derrama tus dones sobre nosotros y recoge los frutos de nuestro amor por Jesús y María.

    Me uno en oración, a las monjas carmelitas calzadas de la Virgen del Carmen de Villalba del Alcor. Pedimos la intercesión del Beato Tito Brandsma, con mucha Fe y confianza, humildemente, por aquellos que más lo necesitan en estos momentos y por sus familias, para que Nuestro Señor los proteja y ayude. Señor, grande son tus obras, nada comparable a la necesidad que tenemos de tu amparo. No abandones a nuestros enfermos. Amén.

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  2. Buenas noches a todos nuestros enfermos que Dios nos proteja Amen 🙏🙏

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  3. Señor Jesús, cuida de nuestros enfermos y sus familias, míralos con misericordia. Amen

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  4. Hoy celebramos el IV domingo de tiempo ordinario y en la lectura del Evangelio de hoy se muestra una clara dicotomía entre el bien y el mal.

    El mal se encuentra encarnado en el espíritu inmundo que se adueña de ese endemoniado que está en el templo. Y el bien se encarna en la figura de Jesús, en el “Santo de Dios” como lo nombra el endemoniado.

    La autoridad y supremacía del bien frente al mal se hace muy patente en este pasaje de hoy. La fuerza del bien, simbolizada en la figura de Jesús, es tan arrolladora que sólo con una frase exclamada con autoridad

    “Cállate y sal de él”

    es suficiente para ahuyentar el mal del cuerpo de ese endemoniado.

    La lucha entre el bien y el mal es un tema recurrente desde el principio de los tiempos y lo seguirá siendo. Esta lucha también se manifiesta a veces en nuestro interior. ¿Quién no ha tenido alguna vez una lucha interna consigo mismo intentando encaminarnos por el camino del bien y rechazando la vía del mal?. A veces lo habremos conseguido y otras veces nos habremos dejado llevar por los senderos equivocados, dejando que ese espíritu inmundo habite en nosotros.

    Ojalá seamos capaces de alejar el mal y la turbación de nuestro espíritu cuando éste nos asalte y nos haga dudar. Que seamos capaces de expulsarlo con la misma autoridad que presenta hoy Jesús al decir:

    “Cállate y sal”

    A veces los espíritus inmundos nos asaltan a nosotros mismos y nos hacen, como al endemoniado del Evangelio, vociferar y salirnos del camino marcado. Ojalá tengamos la suficiente fuerza para saber reconducir nuestra senda y expulsar nuestros demonios internos.

    Que esta autoridad que presenta hoy Jesús para expulsar espíritus inmundos se haga patente sobre el mal que acarrea la enfermedad a nuestros enfermos del blog. Que la intercesión de nuestro beato Tito ayude a su logro.

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