domingo, 20 de diciembre de 2020

"Cantaré eternamente tus misericordias, Señor"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Llegamos hoy al IV domingo de adviento, y ya barruntamos la luz de la vida en los albores de la liturgia, que es el canal por donde la gracia ha decidido actualizarse y llegar hasta nosotros de manera efectiva y eficaz... Contemplamos de nuevo, en la Virgen ése momento trascendental, donde ella fue capaz, con su entrega al misterio de la Voluntad de Dios, cambiar el giro de la historia, y hacer posible que el corazón creyente, pueda, desde entonces, descansar sus dudas y desconciertos en la esperanza y la fe...

Nuestro mundo ha cambiado, como por inercia, el sentido cristiano de la navidad, y todo ha quedado en el envoltorio -regalos, comilonas, reuniones- vaciando el misterio de sentido, anulando la gracia de la salvación en nosotros y en los demás, y haciendo de la fe un recurso para momentos de apuro... Y, Dios, sigue ofreciéndonos de nuevo su don renovado queriendo hacerse hueco en las hendiduras de nuestra alma para que acojamos su luz y  podamos vivir en su paz...

Dejémonos salvar por la gracia del nacimiento del Salvador del mundo, dueño de la historia y de la vida, que se acerca a nosotros en la ternura de un niño, indefenso, frágil, necesitado él mismo de nosotros, para habitar nuestro mundo y salvarlo... El salmo 88 reza la esperanza cristiana que recorre la vida con sentido eterno, porque el tiempo, siempre es corto e insuficiente para el germen de vida eterna, que llevamos dentro de nosotros impreso, a semejanza del Creador...

"Cantaré eternamente las misericordias del Señor,
anunciaré tu fidelidad por todas las edades.
Porque dije: «Tu misericordia es un edificio eterno,
más que el cielo has afianzado tu fidelidad» 

«Sellé una alianza con mi elegido,
jurando a David, mi siervo:
"Te fundaré un linaje perpetuo,
edificaré tu trono para todas las edades"» 

Él me invocará: «Tú eres mi padre,
mi Dios, mi Roca salvadora.»
Le mantendré eternamente mi favor,
y mi alianza con él será estable" (Salmo 88)...


Pensemos, como cada día, en los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... sumemos los infectados de esta pandemia y todas las tragedias que van naciendo de ella, y pidamos para todos socorro al cielo por la intercesión del Beato Tito... en su fe apoyamos la nuestra, ansiosos de ver frutos de vida nueva entre nosotros, que nos adhieran al Señor, comprometidamente... -incorporamos a Leticia, joven de 34 años, a punto de ser intervenida de un tumor, para que todo se resuelva de manera favorable y su recupere pronto-...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria

3 comentarios:

  1. “CANTARÉ ETERNAMENTE TUS MISERICORDIAS, SEÑOR”
    Salmo 88

    “Hágase en mi según tu palabra”
    Ejemplo de obediencia, al Padre, de María a seguir por todos los cristianos. Obediencia que lleva al extremo el Hijo que ha de nacer de ella, y que nos llena de esperanzas en la salvación. Por esta obediencia alcanzaremos la misericordia del Señor.

    A tu compasión y bondad nos acogemos en este blog, Señor. A tu compasión y bondad me acojo, para que escuches mis súplicas. Tú sabes muy bien cuales son, lo que quiero, lo que te pido con una insistencia humilde y cansina, lo que te pedimos todos aquellos que la queremos tanto... Que se haga tu voluntad y no la nuestra... Pero escúchanos, Señor, no nos deje con este desconsuelo, atiende nuestras plegarias, nuestros ruegos y oraciones bañadas en lágrimas. Tú eres todo poderoso y nada hay imposible para Ti. Concédenos lo que te pedimos. Amén

    Espíritu Santo, Dios verdadero, guíanos al corazón del Padre, lleva nuestras oraciones y suplicas a lo más profundo de su voluntad; se centro y limite de nuestra comunión de los Santos, forma parte de nuestros sufrimientos, comprende nuestros anhelos para aquellos que amamos con toda nuestra alma y que sufren por su enfermedad. Derrama tus dones sobre nosotros y recoge para el Señor los frutos de nuestro amor por Él y la Virgen María.

    Me uno en oración, a las monjas carmelitas calzadas de la Virgen del Carmen de Villalba del Alcor. Pedimos la intercesión del Beato Tito Brandsma, con mucha Fe y confianza, humildemente, por aquellos que más lo necesitan en estos momentos y por sus familias, para que Nuestro Señor los proteja y ayude. Señor, grande son tus obras, nada comparable a la necesidad que tenemos de tu amparo. No abandones a nuestros enfermos. Amén

    ResponderEliminar

  2. Hoy nos encontramos en el último domingo de Adviento y el Evangelio nos anuncia la llegada de Jesús.

    El personaje principal de la liturgia de hoy es María, una joven humilde de Nazareth que es elegida por Dios para que porte en su seno a su Hijo. Hay que destacar la actitud de María, quien sin dudarlo dijo un “SI” a Dios a pesar de las consecuencias que esta respuesta podría acarrear a su vida. Este “SI” supondría para María encontrarse embarazada siendo soltera en un mundo patriarcal en el que a las mujeres se las apedreaban hasta la muerte por este motivo. Aun así, María no duda y se pone en actitud de servicio con total disposición y humildad.

    María es la elegida por Dios para que se convierta en la madre de su hijo, porque ella encarna la humildad y disposición de alguien que se deja llevar por su fe y es capaz de dar una respuesta incondicional, un “SI” con todas las consecuencias que trae acarreadas.

    Es curioso como el hijo de Dios, ese Mesías esperado por el pueblo judío para liberarlo de su esclavitud va a venir concebido desde la pequeñez y desde la humildad. Este Mesías será concebido por una sencilla joven que se deja llevar incondicionalmente por la mano de Dios. De esta actitud nacerá gracias a ella el esperado Mesías, quien vendrá encarnado en la forma de un tierno bebé.

    Dios empieza a escribir su historia de salvación desde lo pequeño, desde lo humilde, desde lo sencillo y desde lo tierno. Y así deberíamos saber captar su mensaje. Todo lo que sea tergiversar esta idea es alejarnos de lo que el Evangelio nos transmite.

    María era simple y sencilla. Una joven virgen de un pequeño pueblito insignificante, alejada de los lujos y de las riquezas que hoy nos empeñamos en atribuirle cuando la mostramos en nuestros altares. Y Jesús vino a encarnarse desde la pequeñez, desde la ternura y desde la indefensión de un recién nacido al que hay que cuidar y mimar.

    En estos días en los que Jesús está a punto de nacer, en estos días en los que María empieza a tener los “dolores de parto” deberíamos reflexionar sobre la sencillez y humildad que la concepción y el nacimiento del Hijo de Dios lleva implícita.

    Y hoy deberíamos dejarnos enternecer por ella y al igual que María, estar dispuestos a decir “SI”.

    “SI” también dijo nuestro beato Tito, quién pagó incluso con su vida por esta respuesta. A él apelamos para que siga intercediendo por todos nosotros y sobre todo por los enfermos del blog.

    ¡Feliz Navidad!

    ResponderEliminar
  3. Buenas tardes Diego Leticia es la de Manzanilla??

    ResponderEliminar