domingo, 19 de enero de 2020

"Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!

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Iniciamos el domingo pasado esta nueva etapa denominada "tiempo ordinario" que la liturgia propone entre los tiempos fuertes -adviento-navidad cuaresma-pascua-, dando realce a lo cotidiano... un camino sin sobresaltos, que desvela la fuerza trasformadora de la gracia que va conduciendo el proceso de maduración de la fe en cada uno, vinculándonos a Jesús, enseñándonos a ir tras Él, a través de su Palabra, sus signos, sus gestos, su amistad...

Jesús pisa los caminos del mundo abriendo senderos de verdad, de justicia, de convivencia... enseñándonos a ser libres, humanos, hermanos... No olvidemos nunca que la liturgia actualiza el acontecimiento que proclama, trayendo al presente toda su eficacia... ¡¡valoremos este don y agradezcamos a Dios tanta misericordia!!... Juan señala hoy ante nosotros a Jesús, "Éste es el cordero de Dios que quita el pecado del mundo"... ¡¡permitamos a Dios desvelar en nosotros esta luz!! ... ¡¡que nos toque el alma saber que Él puede liberarnos del pecado y curarnos además las heridas que el mal dejo en nosotros a su paso!!...

¡¡Temamos la idolatría!! ¡¡somos esclavos de tantas cosas!! ¡¡justificamos el mal de tantas maneras!!... Escuchémosle a Él, y decidamos ir con Él hasta donde Él nos lleve... nuestros pies en sus pisadas, su voz en los oídos del alma; en nuestros deseos su proyecto, adheridos a su Persona... Dejemos resonar en nosotros la respuesta al salmo de la misa de hoy, hasta que seamos capaz de escucharla de nosotros mismos... ¡¡Si la Voluntad de Dios estuviera en nuestros objetivos, nacería en nosotros la confianza!!.. Arriesguemos en esta dirección seguros de que Dios es fiel y cumple su Palabra...

"Yo esperaba con ansia al Señor;
él se inclinó y escuchó mi grito.
Me puso en la boca un cántico nuevo,
un himno a nuestro Dios. 

Tú no quieres sacrificios ni ofrendas,
y, en cambio, me abriste el oído;
no pides holocaustos ni sacrificios expiatorios,
entonces yo digo: «Aquí estoy». .

«-Como está escrito en mi libro-
para hacer tu voluntad.
Dios mío, lo quiero, 
y llevo tu ley en las entrañas». 

He proclamado tu justicia
ante la gran asamblea;
no he cerrado los labios, 
Señor, tú lo sabes" (Salmo 39)...


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Recemos como cada día, unos por otros... pensemos en los enfermos del blog... en todos, uno a uno... también sus familias... pidamos al Beato Tito, la gracia de la salud para cada uno de ellos... y mientras el dolor nos oprime, que la gracia de Dios nos fortalezca, nos conforte, nos consuele... y que la Virgen -fiel discípula de Jesús- nos ayude a no cansarnos, ni desanimarnos... sino a fortalecer nuestra confianza por la fe y la esperanza...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...


Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.


Padrenuestro – Ave María – Gloria …

2 comentarios:

  1. “AQUÍ ESTOY, SEÑOR, PARA HACER TU VOLUNTAD”

    Con el agua del bautizo renacemos a una vida nueva, donde el Espíritu Santo se hace presente nos ilumina y nos hace entrega de sus dones que darán frutos si caminamos con los ojos abiertos y atentos a su amor. Caminando siempre en la confianza del Señor, no nos perderemos.

    “Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”... (Jn 1,29-34)

    Cordero del sacrificio pascual, que nos redime del pecado por su infinita misericordia. Cordero, Hijo De Dios, que entrega su Espíritu al mundo y perdona antes de expirar a aquellos que le humillan y torturan hasta morir en la cruz.

    “...yo lo he visto y he dado testimonio de que este es el Hijo De Dios”... (Jn 1,29-34)

    Guiados por el Espíritu Santo, animados por el amor a la Madre de Dios, María Inmaculada, auxiliadora de los enfermos y madre de todos los hombres, pedimos en comunión de los santos, orando con fe y mucha confianza, la intercesión del Beato Tito Brandsma por la salud de nuestros enfermos. Amén.

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  2. Hoy, que nos encontramos en el segundo domingo del tiempo ordinario la liturgia nos presenta un hermoso pasaje del evangelio de San Juan.

    En él, Juan el Bautista va a ser el encargado de dar testimonio de Jesús y su testimonio, sin lugar a dudas, va a ser muy rico en matices.

    En primer lugar Juan presenta a Jesús como:

    “El cordero de Dios que quita los pecados del mundo”

    Con esta afirmación Juan el Bautista nos está dando piezas claras sobre la figura de Jesús.

    -Jesús es Cordero: Como Cordero, Jesús se caracterizará por su mansedumbre pero como Cordero Juan también está anticipando el sacrificio de Su muerte en la cruz al igual que el sacrificio recibe el cordero pascual en la fiesta de la pascua judía.

    -Jesús quita los pecados del mundo: Juan presenta el poder salvífico de Jesús, cuya muerte como Cordero Pascual servirá para la salvación de la Humanidad. Juan presenta a Jesús, por lo tanto, como el verdadero Mesías y no sólo como un destacado profeta, ya que este poder salvífico sólo está en las manos de Dios.

    Pero Juan también sigue diciendo de Jesús:

    “Tras de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía antes que yo”

    Y yo me pregunto, ¿cómo va a existir Jesús antes que Juan si Juan nació unos meses antes que Jesús, si Isabel quedó embarazada entes que María?. Y sólo se me ocurre una respuesta a mi pregunta: Juan el Bautista es conocedor que Jesús es el Hijo de Dios, y por tanto es Dios junto con el Padre. Y Dios, como nos dice San Juan en el comienzo de su evangelio, existe desde el principio.

    “En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba junto a Dios, el Verbo era Dios” (Juan 1:1)

    Juan también presenta a Jesús como el único que es capaz de bautizar con el Espíritu Santo, en comparación el él, que sólo es capaz de bautizar con agua. Jesús, por obra y gracia de este Espíritu con el que bautiza, es el único capaz de conseguir la transformación en los corazones a través de la fuerza del Espíritu ofrecido en el bautismo. Porque Jesús mismo es también Espíritu Santo.

    En el pasaje de hoy, el Espíritu Santo se posa sobre Jesús para identificarlo como Hijo de Dios, pero este Espíritu que hoy se manifiesta es el mismo que Jesús traerá en Pentecostés para insuflar a los apóstoles la fuerza necesaria para que sean capaces de llevar adelante su ministerio evangelizador liberados de todos sus miedos preexistentes.

    Solicitemos nosotros también la gracia al Espíritu Santo para que insufle su poder a todos los enfermos de nuestro blog, para que con esa fuerza puedan seguir batallando e su enfermedad. Solicitemos también la intercesión de nuestro beato Tito para que nuestras oraciones conjuntas sean escuchadas.

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