domingo, 24 de noviembre de 2019

"Vamos alegres a la casa del Señor"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!

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Termina hoy el año litúrgico con la figura de Cristo, Rey del universo, y curiosamente, el trono en el que aparece es la Cruz... nosotros soñando reinos ficticios,  y Él abriéndonos el Reino a precio de su vida ¡¡qué Dios el nuestro!!... sus criterios y valores, por tanto, son atípicos, y aunque imponemos torcidamente, lo terreno y temporal a su reinado, el amor vence, y en su eficacia somos llevados por gracia, donde nos es imposible llegar por nosotros mismos...

¡¡Sugestiva imagen la de ese ladrón que muere a su lado haciendo el último robo de su vida con tanto acierto!!... miremos a Jesús amando hasta el extremo y compadezcámonos ante su mansedumbre... son tus pecados y los míos los que le han llevado a la cruz... tus resistencias y las mías quienes le clavaron en ella... pero es su perdón quien te salva y me salva, si al mirarle le sabemos decir ¡¡acuérdate de mí!!, en la esperanza de su Reino...

La Iglesia reza hoy en su liturgia el salmo 121, con conciencia de peregrina... la vida es ese camino al reino y nos lleva la gracia... ¡¡ojalá descubramos la perla de ese tesoro y busquemos recursos que nos lleven hasta Él!!... Pongamos voz a la oración de la Iglesia y recemos con los cristianos que rezan, la misma Palabra de Dios servida en la liturgia...

"Qué alegría cuando me dijeron:
¡«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén. 

Allá suben las tribus, las tribus del Señor,
según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David" (Salmo 121)...

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Acudamos al encuentro diario con los hermanos... recemos unos por otros y recordemos a los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... el dolor, a veces, fortalece la fe, y otras la languidece... Seguros de nuestra pequeñez, miremos al cielo, porque desde allí podemos ser socorridos y ayudados... acudamos a la intercesión del Beato Tito y aunemos nuestras súplicas... pidamos la salud para todos y escuchemos a Jesús que también quiere algo de nosotros... la gracia es una fuerza eficaz que hemos de valorar, apreciar, procurar y agradecer... incorporarla a nuestra vida sólo nos enriquecerá y aportará nuevos dones... hagamos lo que Dios quiere, que Él también hará lo que queremos nosotros...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …

1 comentario:

  1. “VAMOS ALEGRE A LA CASA DEL SEÑOR”
    Salmo 121

    La alegría del ser cristiano es algo que no nos pueden quitar, por mucho que nos critiquen o que intenten denostar nuestra fe. Al igual, podemos decir, que aquel cristiano que no muestre su alegría por serlo está lleno de cobardía y no merece llamarse así. Todos los que seguimos la Palabra y, libremente, decidimos vivir según su mensaje, nos sentimos alegres de vivir en la casa del Señor, pertenecer a su rebaño y compartir en comunión con la comunidad cristiana de nuestro entorno, y del mundo, unos mismos valores de amor, justicia y paz.

    El Dios Padre, creador del principio y del fin de todo lo que es en el Universo, nos presenta a su Hijo Redentor y Salvador, imagen de Dios invisible, todo poderoso y misericordia infinita, que nos regala la posibilidad de morir para resucitar a la Vida Eterna como expresión de su amor por todos los hombres de la Tierra sin excepción.

    Tenemos que arrepentirnos de nuestras ofensas a los hombres y, por ellos, a Cristo. Todo aquel que no ame a sus hermanos, ofende al Señor. Siempre seremos perdonados si nuestro arrepentimiento es sincero. Con el Sacramento del Perdón, siguiendo la Palabra, la Iglesia de Cristo pone a nuestra disposición la posibilidad de volver al redil del Buen Pastor, que siempre nos espera con los brazos abiertos. Una muestra en el Evangelio de hoy (Lc 23,35-43), en donde Cristo en la cruz, sufriendo el dolor físico de la crucifixión y el dolor de ser humillado por el hombre al que vino a salvar, le dice estas palabras al buen ladrón tras ser increpado Jesus por el mal ladrón:

    “Uno de los malhechores crucificados lo insultaba, diciendo: ¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros. Pero el otro lo increpaba: ¿Ni siquiera temes tú a Dios, estando en el mismo suplicio? Y lo nuestro es justo, porque recibimos el pago de lo que hicimos; en cambio, éste no ha faltado en nada.Y decía: Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino.Jesús le respondió: Te lo aseguro: hoy estarás conmigo en el paraíso”...

    Acudamos a la Iglesia y a la confesión para recibir la misericordia de Dios y aceptar su voluntad, compartiendo el Pan de la Vida en la Comunión y, así, vivir con alegría por encontrarnos en la casa del Señor.

    Nuestros enfermos, en la solemnidad de Cristo Rey, necesitan de nuestras oraciones, cargadas de fe y confianza en la voluntad del Señor. Le suplicamos al Padre las escuche, que de nuestra voluntad la suya. Se lo pedimos en el nombre de la Sangre de Cristo, derramada pr nuestra salvación, y de las lagrimas de María, llena de dolor, a los pies de la cruz. Para tu gloria, Señor, y por la santidad del Beato Tito Brandsma, pedimos su intercesión. Amén

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