martes, 8 de octubre de 2019

"Si llevas cuentas de los delitos, Señor, ¿quién podrá resistir?"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Nos balancea hoy la liturgia entre la conversión y la fe, movimientos con que marcar el paso en la vida, quienes buscamos al Señor y queremos vivir cercanos a Él... No es fácil, dentro del contexto cultural, social, moral, ético, que nos movemos, dejarnos impactar por la autoridad de la Palabra de Dios, que alerta sin demora del derrumbe a que nos va llevando la vorágine de todo este ajetreo... 

Bastaría un poco de espíritu crítico, imparcial, para reconocer que vivimos sin planteamientos sólidos, sin recursos alternativos, sin argumentos que justifiquen el caos que va generando vivir en lo más superficial de nosotros mismos, y de todo lo que vamos construyendo... Y ¡¡cómo nos cuesta ceder, dar la razón, decidirnos!!... Vivimos engañados... dormidos en la imaginación de "ser como Dios"...

¿Puede la raíz generar fruto sin proceso?... ¿Puede haber iniciativas y proyectos sin valores?... ¿Podemos enfrentar el dolor sin esperanza?... ¿Podemos vivir sin fe?... El evangelio afirma en pocas palabras dónde está la clave con que responder a nuestras dudas, nuestras búsquedas, nuestros deseos, nuestras necesidades... Bonito salmo nos sirve hoy la liturgia para que reconociéndonos alejados, orientemos la mirada en la dirección correcta y retomemos el rumbo cierto, que nos permita hacer camino, y vivir con sentido el misterio de lo real...

"Desde el lo hondo a ti grito, Señor;
Señor, escucha mi voz;
estén tus oídos atentos
a la voz de mi súplica. 

Si llevas cuentas de los delitos, Señor,
¿quién podrá resistir?
Pero de ti procede el perdón,
y así infundes respeto. 

Porque del Señor viene la misericordia,
la redención copiosa;
y él redimirá a Israel
de todos sus delitos" (Salmo 129)...


La oración cultiva la fe, y la comunión se enriquece con la oración... Acudamos pues, como cada día, a nuestra cita y procuremos encontrarnos todos en este punto del día... Pensemos en los enfermos del blog, en todos, uno a uno...  También en sus familias... y busquemos igualmente amparo en la intercesión del Beato Tito,  fiel compañero de los peregrinos de la confianza... Miremos al cielo esperando sin vacilar la cosecha de nuestra fe humilde....  constante... esperanzada...  insistente...  perseverante...  fruto ya de nuestra confianza, porque creemos en su Palabra y nos fiamos de su voluntad...  
"confiando en el señor,  no me he desviado" ...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …

3 comentarios:

  1. “ SI LLEVAS CUENTAS DE LOS DELITOS, SEÑOR, ¿QUIÉN PODRÁ RESISTIR?
    SALMO129.

    Dios es misericordioso. Si no fuese así, por nuestra débil naturaleza, por la facilidad de caer en las tentaciones que la vida de hoy nos pone a los pies, difícilmente nos salvaríamos. El hombre de hoy se ha acostumbrado a creerse un ser superior, se ha endiosado, y las caídas son grandes, más si media la mano de Dios, como podía haber ocurrido en Nínive si no cambian de actitud y se arrepiente de ofender al Señor.Jonás aprendió la lección y, por orden de Dios, avisó a los habitantes de este lugar para que no sucumbieran en su destrucción. Libro del profeta Jonás (3,1-10)

    No podemos dejar de invocar la misericordia del Señor, única que puede salvarnos de la muerte, por muy bien que nos portemos, por mucho que le amemos y ayudemos a nuestro prójimo, nunca podremos pagarle todo lo que nos ha dado. La salvación es una gracia del Señor y sólo si es su voluntad concedérnoslas viviremos eternamente en su presencia.

    El evangelio de hoy, Lucas (10,38-22), nos deja bien claro que lo único importante, la única verdad es la Palabra, el Verbo, el Unigénito de Dios, el reflejo del amor del Padre, Espíritu Santo y Dios verdadero. Todo lo demás debe ser secundario en nuestras vidas. Lo demás vendrá de camino amando a nuestro Señor.

    Rezamos y suplicamos en comunión de los santos. Lo hacemos por la intercesión del Beato Tito Brandsma ante la Santísima Trinidad, por la salud de nuestros enfermos, en especial por aquellos más necesitados. Virgen del Carmen, ayúdanos en lo que pedimos. Amén

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  2. Señor, derrama tu Misericordia entre tus enfermos, hoy pido especialmente por Marina, ingresada tras un fuerte empeoramiento. Amen

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  3. “ORA ET LABORA”



    “Ora et labora”, o lo que es lo mismo, “ora y trabaja” es una locución latina que expresa la vocación de alabanza a Dios junto con el trabajo manual diario y que se encuentra en la regla de la orden benedictina.

    Esta expresión me ha saltado automáticamente a la mente mientras leía el Evangelio de hoy, ya que en ella se encuadra perfectamente la actitud de estas dos hermanas: María y Marta. Así pues, mientras María “ora”, Marta “labora”. Ambas actitudes son complementarias en la vida cristiana.

    Marta representa el trabajo, ella se afana en preparar materialmente todos los detalles ante la visita de Jesús para que éste se sienta cómodo y bien acogido en su casa. Ella se afana en la preparación del hogar, se ocupa de lo más superficial, de la casa, de la comida, del servicio…, ya que su intención no es otra que servir a Jesús de la mejor forma posible que ella tiene en sus manos.

    ¿No se puede esta labor de Marta asimilar al servicio que muchos de nosotros intentamos prestar a Jesús cuando “laboramos” en actividades parroquiales desde los diversos y heterogéneos grupos donde el objetivo común es intentar de diversas formas dar a conocer el Evangelio y la Palabra de Jesús? ¿No estamos nosotros con este tipo de actividades, al igual que Marta, “laborando”?.

    María, sin embargo representa la oración, la escucha profunda, la búsqueda de la cercanía de Jesús “María sentada a sus pies escucha su palabra”.

    María se abandona ante las enseñanzas de Jesús, a ella no le preocupa la preparación de las cosas más superficiales de la visita como a su hermana. Ella se centra en lo más profundo, ella se ocupa sólo de escuchar a Jesús e impregnarse de sus palabras “María ha escogido la mejor parte”.

    ¿No se asemeja esta actitud de María a la nuestra cuando nos acercamos a escuchar la Eucaristía, cuando nos acercamos a la lectura de la Biblia, cuando rezamos a Dios, cuando meditamos sobre Sus palabras…?. Cuando realizamos estas acciones ¿no estamos nosotros también actuando como María, es decir, “orando”?.

    Ambas actitudes deberían ser complementarias para todo cristiano que quiera vivir según las enseñanzas de Cristo, ya que si importante son las obras (“labora”) éstas deben estar sustentadas en una base consistente de fe (“ora”).

    Y aunque San Pablo prima la fe para nuestra salvación y así nos dice en su carta a los Efesios (Efesios 2:14-17)

    “Porque por gracia habéis sido salvados, por medio de la fe, y esto no de vosotros, sino que es don de Dios, no por las obras para que nadie se glorie).

    Santiago parece que lo contradice primando las obra sobre la fe:

    “Hermanos míos ¿de qué sirve que alguien diga que tiene fe si no tiene obras?. Esa fe no puede salvarlo ¿verdad?... Del mismo modo la fe por sí sola sin obras está muerta” (Santiago 2:14-17).



    Pero realmente me pregunto ¿no se complementa la fe con las obras? ¿no son las obras un resultado lógico de la fe?. ¿No son tan necesaria tanto la una como la otra en la vida de un buen cristiano?. Personalmente pienso que tanto Pablo como Santiago tienen razón porque la fe es importante y las obras son importantes, pero fe y obras, obras y fe van íntimamente unidas de la mano en la vida cristiana para complementarse la una a la otra en una unión indivisible.

    Y sigamos “orando” como María para la recuperación de nuestros enfermos del blog. Y pongamos de nuestra parte todo lo humanamente posible, “laboremos” como Marta para ayudar a nuestra oración en su objetivo, que no es otro que la recuperación de todos ellos.





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