martes, 24 de septiembre de 2019

"Vamos alegres a la casa del Señor"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Es posible, quedar sorprendidos por la respuesta de Jesús en el evangelio de hoy; no obstante, podemos buscar el sentido a sus palabras, dentro de la misma escena, porque el interés de Jesús no es despistarnos, sino precisamente ayudarnos a encontrar el verdadero sentido a sus palabras... ¿No será que nos está queriendo llevar Jesús a otra dimensión, que nosotros no captamos y que la fe pone de manifiesto?... 

La propuesta de Jesús es el Reino, y los matices de esta realidad a la que él quiere llevarnos, rebasa lo puramente natural, incluyendo en niveles superiores, hasta los afectos más legítimos, que nosotros solemos absolutizar, cercando en lo sensible, lo que tendría que ser -por la fe- desplegado... Hay un vínculo entre todos, real, objetivo, que nace de la raíz que nos sostiene, y que Jesús al acercarnos a Dios, nos llama a descubrirlo, potenciarlo, y hasta situarnos en esos planos, donde se amplía el horizonte con otros planteamientos, que dan a lo subjetivo nueva luz y nuevo camino... 

La liturgia canta hoy este peregrinar hacia caminos nuevos, nuevas experiencias, nueva llamada... Jesús nos invita a su casa, y Él mismo viene con nosotros, a la vez que nos acoge... Sumemos nuestra voz al eco que acercan a Dios los cristianos que rezan cada día...

"¡Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén. 

Jerusalén está fundada
como ciudad bien compacta.
Allá suben las tribus,
las tribus del Señor. 

Según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David" (Salmo 121)... 


Llegue nuestros ruegos al cielo, al pensar, como cada día, en los enfermos del blog... en todos, uno a uno... también sus familias... -empezamos hoy agradeciendo a Dios y al Beato Tito, la nueva esperanza que nos comparte Luna Mateo de su nuevo tratamiento ... a la vez, incorporamos a Luis Vargas, diagnosticado de cáncer de pulmón, que se acoge a nuestra comunión para luchar con esperanza esta situación difícil que se le presenta- ... sin olvidar a ninguno de los que cada día acompañamos, pedimos la salud para ellos por la intercesión del Beato Tito y acariciamos la esperanza de que Dios acoge la oración de todos, en bien de cada uno...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …

5 comentarios:

  1. “VAMOS ALEGRES A LA CASA DEL SEÑOR”
    Salmo 121

    “¡Qué alegría cuando me dijeron: Vamos a la casa del Señor!”... Sentirnos en la casa del Señor, a su lado, incluso en la Iglesia, frente a Él, en el Sagrario, donde nos contempla y contemplamos a Jesús Sacramentado, al que podemos abrazar con el alma, hablarle y contarle nuestras alegrías y nuestras penas, nuestros planes y nuestras preocupaciones, darle gracias por lo que nos da, o pedirle lo que deseamos de Él... es una alegría sentirnos en la casa del Señor, sentir su calor y su protección, su amor de Padre misericordioso en su infinita sabiduría y omnipotencia.

    El Señor nos ama con un amor infinito y nos pide amor sin reservas. Y amar a Dios sin reservas es seguir la senda que Jesús nos ejemplifica, en cada uno de sus actos, en la Palabra, como así lo expresa el Evangelio de hoy (Lc 9,10-21):
    “Tu madre y tus hermanos están fuera y quieren verte. Él les contestó: Mi madre y mis hermanos son éstos: los que escuchan la palabra de Dios y la ponen por obra”...
    Lo más importante Dios y después todo lo demás.

    Para acercarnos y vivir en la casa del Señor tenemos que crecer continuamente en la Fe, en la esperanza y en la Caridad, confiando en plenitud, con todos nuestros defectos, en la voluntad de Dios misericordioso. Es nuestro destino, el de todos los hombres de este mundo. Los cristianos tenemos la suerte de conocerlo ya. No desaprovechemos ese don recibido y estemos alerta ante las tentaciones para que nos alejemos de su casa.

    Nosotros pecadores, a tu compasión y bondad nos acogemos en este blog, Señor. Yo pecador, a tu compasión y bondad me acojo, para que escuches mis súplicas. Tú sabes muy bien cuales son, lo que quiero, lo que te pido con una insistencia humilde y cansina, lo que te pedimos todos aquellos que la queremos tanto... Que se haga tu voluntad y no la nuestra... Pero, escúchanos, Señor, no nos deje con este desconsuelo, atiende nuestras plegarias, nuestros ruegos y oraciones bañadas en lágrimas. Tú eres todo poderoso y nada hay imposible para Ti. Aunque pecadores, concédenos lo que te pedimos. Amén

    Me uno con las monjas carmelitas y a todos los seguidores del blog en oración por CRISTINA MACÍAS, LUNA MATEOS, LUIS VARGAS, RAFAELA CORDERO, PABLO, TOÑI GIL Y CARMEN, para que nuestro Señor haga de nuestra voluntad la suya y las sane de esta enfermedad que tiene con tanto dolor a sus familiares y amigos.

    Pedimos la intercesión del Beato Tito Brandsma. Espíritu Santo, Dios verdadero, guíanos al corazón del Padre, lleva nuestras oraciones y suplicas a lo más profundo de su voluntad; se centro y limite de nuestra comunión de los Santos, forma parte de nuestros sufrimientos, comprende nuestros anhelos para aquellos que amamos con toda nuestra alma y que sufren por su enfermedad. Derrama tus dones sobre nosotros y recoge para el Señor los frutos de nuestro amor por Él y la Virgen María. Amén.

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  2. «Mi madre y mis hermanos son éstos: los que escuchan la palabra de Dios y la ponen por obra.»

    Hoy Jesús en el evangelio habla con pocas palabras pero con palabras muy claras. Hoy nos encontramos a un Jesús eminentemente familiar, un Jesús en cuya gran familia a la que él pertenece tienen cabida sin excepción ni favoritismos todos los que escuchan la palabra de Dios y la tienen como referente para su modelo de vida.

    Y es que si Dios se nos manifiesta como PADRE en toda la amplitud del término para todos los que creemos en Él , hoy Jesús, el Dios Hijo, el Dios encarnado hecho hombre, se nos presenta como HERMANO de todos los que lo seguimos. Él mismo lo dice: “mis hermanos son éstos”.

    En la familia de Jesús reina la fraternidad, el amor al prójimo, la el compañerismo, la hermandad… Estos elementos son piedras angulares sobre las que se construye SU edificación familiar. En esta edificación no hay discriminación y elegidos clasificados por grupos como se nos habla en la primera lectura sobre la construcción y culto en la edificación del Templo de Jerusalem. Para Él, en su edificación, en su Reino, todos los hijos son iguales ante los ojos del Padre, Él no hace distinción entre unos y otros, Él no tiene favoritos ni “elegidos”. Como bien dice San Pablo en su carta a los Gálatas (3:28 )“no hay judío ni griego, no hay esclavo ni libre, no hay hombre ni mujer, porque todos sois uno en Cristo Jesús”.

    Y si la gran familia de la que Jesús nos habla está basada en estos principios y sobre estos pilares. ¿Quién no querría pertenecer a este grupo familiar?. ¿Quién no querría tener de MADRE a María, de HERMANO a Jesús y de PADRE al mismo Dios?.

    Uno mis plegarias y mis rezos a esta familia peregrina de la confianza para que los enfermos del blog puedan encontrar consuelo y sanación



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  3. Buenas noches :
    Demos gracias por nuestro Bautismo, que nos hizo hijos queridos de Dios y herederos de la Casa Eterna de Dios.
    Que nunca olvidemos hacia dónde vamos, con lo cual, a pesar de la cruz, caminaremos alegres.

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