miércoles, 14 de agosto de 2019

"Bendito sea Dios, que me ha devuelto la vida"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


El perdón y la misericordia son los ejes del corazón de Dios, que Jesús acerca hasta nosotros cuando nos enseña a convivir y ser hermanos... Lo vemos hoy en la liturgia, centrada en el tema de la corrección fraterna, nada fácil para nosotros, pero que Jesús aprovecha para decirnos cómo se construye sobre estos cimientos sin peligro de derrumbe... En la vida pasa como con las cerezas, que se vienen juntas nada más tirar de una de ellas... Cada cosa es, muchas cosas... cada actitud bien fundamentada es una semilla fecunda, copiosa en frutos del ciento por uno, pero siempre, para el bien común...

Dios viene con nosotros... y si contamos con Él, se allanaran los montes... se elevarán los valles... lo torcido se enderezará... lo escabroso se igualará... ¡¡llegará a nosotros su salvación!!... 

¡¡Oportuno el salmo 65 para cantar su gloria al descubrir sus maravillas!!... Unamos nuestra voz a la liturgia y renovemos nuestra fe en Dios, misericordia infinita...

"Aclamad al Señor, tierra entera; 
tocad en honor de su nombre, 
cantad himnos a su gloria. 
Decid a Dios: «¡Qué temibles son tus obras!».

Venid a ver las obras de Dios, 
sus temibles proezas en favor de los hombres.
Bendecid, pueblos, a nuestro Dios, 
haced resonar sus alabanzas. 

Fieles de Dios, venid a escuchar, 
os contaré lo que ha hecho conmigo: 
a él gritó mi boca 
y lo ensalzó mi lengua" (Salmo 65)...


Pensando, hasta recordar a los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... Volvamos a mirar al cielo suplicantes, y por la intercesión del Beato Tito, sigamos pidiendo la salud para todos ellos, del cuerpo y del alma... y para todos ¡¡peregrinos de la confianza!!, compromiso firme de acercarnos a la fuente y calmar nuestra sed en el agua viva de la gracia... -no nos olvidemos de Juan Francisco, que sigue necesitando la oración de todos-...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …

2 comentarios:

  1. “BENDITO SEA DIOS, QUE ME HA DEVUELTO LA VIDA”
    Salmo 65

    No hay regalo más grande que la vida. Nacemos y nada más tenemos conciencia de lo que es vivir, comenzamos a temerle a la enfermedad y a la muerte. Pues bien, nuestro Creador, que nos creó para vivir en el Paraíso, ante nuestras ofensas nos castiga a salir de Él y a sufrir para vivir y morir. Ese ha sido nuestro destino, hasta que el Hijo de Dios, Dios mismo, Segunda Persona de la Santísima Trinidad, se martiriza, se entrega por todos los hombres, muere crucificado tras una Pasión llena de humillaciones, torturas y dolor intenso. ¿Y todo por qué? Para redimirnos del pecado y, por la misericordia de Dios, darnos la posibilidad de la Vida Eterna. BENDITO SEA DIOS QUE NOS DEVUELVE LA VIDA. Sólo nos pide para ello obediencia y amor a Dios, y amor a los hombres como a nosotros mismos.

    Cómo no alabar al Señor, cómo no bendecirlo, cómo no cantad himnos a su gloria, cómo no obedecerle y transmitir al mundo su mensaje de alabanza con todos los hombres. Tenemos una obligación prioritaria los verdaderos cristianos con nuestro Padre y con nuestros hermanos, transmitir la Palabra para que todos lo conozcan y puedan escoger en libertad vivir eternamente. Y así, en el Evangelio de hoy (Mt 18,15-11), Jesús insta a sus discípulos a corregir a los pecadores, enseñarles el camino, a no desanimarse si no los escuchan, que pida ayuda a otros hermanos en Cristo más capacitados, incluso a la comunidad cristiana. El Señor nos lo pide en la palabra insistentemente, para que todos puedan encontrar la senda que conduce al Reino de Dios. Ante estas situaciones, entreguemos nuestra alma al Espíritu Santo y el nos guiará por el conocimiento del mensaje de Cristo.

    En el mismo Evangelio, les da a ver a sus discípulos, y con la Palabra a todos nosotros, la importancia de la oración y la comunión de lo Santos para ablandar el Sagrado Corazon de Nuestro Señor:
    “Os aseguro, además, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre del cielo. Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”.
    Yo personalmente creo mucho en la oración en comunión de los Santos. Es un arma que llega a nuestro Padre, que nos ama con amor misericordioso de piedad y bondad infinitas, y que por su omnipotencia, si nuestra fe es firme y sincera, nos concederá lo que le pedimos.

    A tu compasión y bondad nos acogemos en este blog, Señor. A tu compasión y bondad me acojo, para que escuches mis súplicas. Tú sabes muy bien cuales son, lo que quiero, lo que te pido con una insistencia humilde y cansina, lo que te pedimos todos aquellos que la queremos tanto... Que se haga tu voluntad y no la nuestra... Pero escúchanos, Señor, no nos deje con este desconsuelo, atiende nuestras plegarias, nuestros ruegos y oraciones bañadas en lágrimas. Tú eres todo poderoso y nada hay imposible para Ti. Concédenos lo que te pedimos. Amén

    Pedimos la intercesión del Beato Tito Brandsma. Espíritu Santo, Dios verdadero, guíanos al corazón del Padre, lleva nuestras oraciones y suplicas a lo más profundo de su voluntad; se centro y limite de nuestra comunión de los Santos, forma parte de nuestros sufrimientos, comprende nuestros anhelos para aquellos que amamos con toda nuestra alma y que sufren por su enfermedad. Derrama tus dones sobre nosotros y recoge para el Señor los frutos de nuestro amor por Él y la Virgen María. Amén.

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