sábado, 8 de junio de 2019

"Los buenos verán tu rostro, Señor"...



 Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Los dones de Dios son irrevocables... el consuelo de la fe nos incita a elevar la mirada hasta la esperanza, porque existe un mañana al que podemos dar alcance, gracias a la bondad infinita del corazón de Dios... 

Iluminados por su Palabra, servida en la liturgia cada día, la fe va abriéndose paso entre los avatares de la vida, queriéndonos hacer caer en la cuenta que sólo Dios permanece; y sólo, lo que referidos a Él sembremos en su corazón, cosecharemos por su misericordia...

Dispongamos el alma al acontecimiento de Pentecostés y convirtámonos a la gracia... la fe es una manera de ser, desde unos criterios y valores concretos, que lógicamente, llevar a cabo, requiere unas actitudes... ojalá despertemos el deseo de buscar, hasta encontrar la perla de la verdad y la libertad, dignas del ser humano y conquistadas en la cruz de Jesús, vencida por la Vida del resucitado... 

"El Señor está en su templo santo,
el Señor tiene su trono en el cielo;
sus ojos están observando,
sus pupilas examinan a los hombres. 

El Señor examina a inocentes y culpables,
y al que ama la violencia él lo odia.
Porque el Señor es justo y ama la justicia:
los buenos verán su rostro" (Salmo 10)...


También hoy, los enfermos del blog en el centro de nuestras miradas... miremos al cielo suplicantes y recordemos a todos, uno a uno... también sus familias... El espíritu de Jesús aliente en cada uno sus dones, para que se mantengan en la confianza, en medio del dolor y la duda, seguros de que Dios es fiel... Que la intercesión del Beato Tito haga posible que veamos maravillas entre nosotros, y agradecidos nos decidamos a ser coherentes con la fe que profesamos...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro - Ave María - Gloria...

2 comentarios:

  1. "LOS BUENOS VERAN TU ROSTRO, SEÑOR"

    Inmersos en la fe, confiando en plenitud y caminando por la vida en el amor a Dios y nuestro prójimo, sólo nos queda contemplar el rostro del Señor. Ese es nuestro objetivos como cristianos, que obedecemos al Padre y vivimos el Evangelio como norma de vida. No hay nada más importante para nosotros que poder estar en presencia del Altísimo toda la eternidad, y para eso necesitamos ir con una buena carga de buenas obras.

    Estar frente a frente con Cristo, compartir su reino, comienza aquí en la Tierra, cuando nuestra vida está en gracia, arrepentidos de haber ofendido a Dios y siendo partícipe de su mesa con la Sagrada Comunión, Cuerpo y Sangre de Cristo. Tenemos que ir a mirarlo de frente al Sagrario, con humildad pero con la cabeza alta si vamos con la verdad, arrepentidos, sintiendo su presencia en el Santísimo Sacramento del Altar, entregándonos a Él en cuerpo y alma y recibiendo su compresión y su amor. El alma se llena de paz y alegría en su presencia.

    Su Rostro está en todos sus hijos, porque todos necesitamos, de una u otra manera, del amor de Dios y de la caridad de nuestros hermanos. No lo olvidemos, santifiquémonos en nuestro día a día, en nuestro trabajo, con nuestros amigos, vecinos, nuestra familia o con nuestra comunidad cristiana; santifiquémonos con aquellos que desconocen al que murió por nosotros, para darnos la vida eterna, o que se olvidaron de Él, buscando otros dioses materiales... si miramos con amor, con su ejemplo, siempre encontraremos su rostro.

    Todos necesitamos de la caridad. Nuestros enfermos necesitan de toas nuestras oraciones y súplicas para que nuestro Padre vea en ellas la necesidad que ellos tienen de ser curados. Por ellos y por sus familias. Se lo pedimos en nombre del que fue entregado por todos nosotros y murió en la Cruz para darlos la vida eterna. Pedimos, unidos a María Santísima -advocación del Rocío, La Blanca Paloma-, la intercesión del Beato Tito Brandsma. Amén.

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