sábado, 6 de abril de 2019

"Señor, Dios mío, a ti me acojo"...



 Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


¡¡Qué altiva es la soberbia y cómo tenemos que vivir alertas para no caer presas en sus manos!!... Empieza la liturgia a plantearnos el drama de Jesús y todavía, que los hilos van sueltos, podemos hacer análisis y quedar sorprendidos al ver llevarse la cerrazón y el sinsentido, las ascuas a sus sardinas... ¡¡qué fácil manipular a las turbas sacando las cosas de contexto, diciendo medias verdades, y evadiendo las consecuencias del mal señalando la mirada a otra dirección mientras la saña domina el conjunto, consiguiendo su objetivo!!...

La Palabra de Dios es para todos los tiempos y en ella tenemos que aprender a interpretar la realidad, si queremos aprender a vivir desde los valores propuestos por Jesús, haciendo el mundo habitable y acercándonos al querer de Dios, que nos pensó felices dentro de un proyecto, que necesita nuestro don personal para ser posible...

El salmo 7 es una oración preciosa para pedir a Dios cobijo, sabiéndonos amenazados por las seducciones del mal que no siempre reconocemos a tiempo... Escuchemos a Jesús, liberemos prejuicios... recemos para que la verdad nos habite y seamos valientes para defenderla y vivirla... Jesús llegará hasta el final para dejarnos el surco abierto donde poder avanzar hasta la vida...

 "Señor, Dios mío, a ti me acojo,
líbrame de mis perseguidores y sálvame;
que no me atrapen como leones
y me desgarren sin remedio.

 Júzgame, Señor, según mi justicia,
según la inocencia que hay en mí.
Cese la maldad de los culpables,
y apoya tú al inocente,
tú que sondeas el corazón y las entrañas,
tú, el Dios justo.

 Mi escudo es Dios,
que salva a los rectos de corazón.
Dios es un juez justo, 
Dios amenaza cada día" (Salmo 7)...


Recordando a los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... miremos al cielo suplicantes esperando la misericordia de Dios, que a veces, no valoramos ni deseamos lo suficiente, cuando también Él pide algo de nosotros... aprovechemos la cuaresma para acercarnos a la gracia y decidirnos por la coherencia en nuestra vida cristiana... Que la intercesión del Beato Tito nos alcance de la misericordia de Dios las gracias que insistimos en pedir y que nos atrevemos a esperar de la bondad infinita del buen Dios, nuestro Padre...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro - Ave María - Gloria...

1 comentario:

  1. “SEÑOR, DIOS MÍO, A TI ME ACOJO”...

    “Mi escudo es Dios,
    que salva a los rectos de corazón.
    Dios es un juez justo,
    Dios amenaza cada día”

    Todos los cristianos sabemos, y tenemos la certeza, que Dios es misericordioso, que nos ama y su perdón es el pase a una vida eterna en su presencia. Dios es nuestro Padre y debemos esperar de su voluntad lo mejor para cada uno de nosotros. A sus planes nos acogemos con esperanza, por la resurrección de Cristo y su ascensión a los cielos, nuestro destino, si lo hemos merecido, tras su segunda venida y el Juicio Final.

    Dios es justo, sabe de nuestra naturaleza imperfecta, porque así fuimos creado por Él, y nos juzgará en consecuencia a ello. Tenemos que llevar un bagaje de buenas obras, suficiente para que la balanza de la justicia Divina se incline hacia nuestra salvación. Tenemos que pedirle cada día, al Señor, su misericordia, para que por su amor nos sea concedido el perdón. La Palabra y el Espíritu Santo son nuestros mejores compañeros en esta vida para conseguirlo, y a ellos debemos asirnos con fuerza para no desviarnos.

    Necesitamos de la misericordia de Dios para seguir en este camino que emprendimos hace más de dos años, por la intercesión del Beato Tito Brandsma por la salud de nuestros enfermos, por todos sin excepción y por todos por igual. Suplicamos y rezamos en comunión de los Santos, con la Virgen María, para que La Santísima Trinidad nos conceda lo que le pedimos. Amén.

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