lunes, 18 de marzo de 2019

"Señor, no nos trates como merecen nuestros pecados"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


¡¡Qué libertad la de Dios, cuando pone en nuestras manos la balanza de la misericordia para que decidamos nosotros hacia dónde inclinarla!!... «Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante, pues con la medida con que midiereis se os medirá a vosotros»(Lc. 6, 36-38)...

 Y ¡¡Qué actitud tan coherente la del profeta Daniel en la primera lectura, reconociéndose distante de la Voluntad de Dios, después de haberse dejado tocar el alma por la gracia y la fe!!... ¡¡Bonito sería que rezáramos todos esa misma oración haciéndola nuestra, en la presencia de Dios, para que también a nosotros nos cure su misericordia y nos capacite para amar en su mismo amor, y ser con los demás como pedimos a Dios que Él sea con nosotros...

Igualmente el salmo 78 nos presta sentimientos acordes, con la humildad de recibir de Dios gratuitamente lo que nosotros no valoramos, ni nos tomamos en serio tantas veces...

 "No recuerdes contra nosotros las culpas de nuestros padres;
que tu compasión nos alcance pronto,
pues estamos agotados.

 Socórrenos, Dios, Salvador nuestro,
por el honor de tu nombre;
líbranos y perdona nuestros pecados
a causa de tu nombre.

Llegue a tu presencia el gemido del cautivo:
con tu brazo poderoso, salva a los condenados a muerte.

 Nosotros, pueblo, ovejas de tu rebaño,
te daremos gracias siempre,
cantaremos tus alabanzas de generación en generación" (Salmo 78)...


Miremos al cielo buscando al Señor y mostrémosle nuestro interés en ayudarnos unos a otros a ser coherentes buscando frutos en nuestra fe que nos permitan ver su gloria reflejada en nosotros... Recordemos como cada día a los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... Que la intercesión del Beato Tito nos ayude a conseguir del cielo lo que suplicamos con fe, humildes, insistentes, perseverantes... Buscamos al Señor, seguros de nuestra mediocridad, pero necesitando su gracia para ser fieles y dar el salto al compromiso y la coherencia...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro - Ave María - Gloria...

3 comentarios:


  1. “SEÑOR NO NOS TRATES COMO MERECEN NUESTROS PECADOS”

    El Señor es misericordiosos, pero si no nos arrepentimos de nuestros pecados contra nuestros hermanos, siempre nos tratará como nosotros los tratemos ellos -medida de nuestra salvación-. En el Evangelio de hoy, Lc (6,36-38) lo expresa con mucha caridad y rotundidad: “En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
    Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante, pues con la medida con que midiereis se os medirá a vosotros”.

    Son tantas las veces que la Palabra nos enseña el camino para ganar la gracia de la misericordia del Señor, que coger por otra senda sólo es porque no queramos seguir La Luz que siempre está encendida para seguirle. Cristo camina, con un candil de amor encendido, siempre iluminado por el Espíritu Santo; va directo a las puertas del Cielo, sin desviarse, aunque sí se para a recoger y a abrazar a aquellos que se desviaron y regresan a la Palabra.

    En el salmo 78, nuestros ruegos al Señor, para que no nos mida con la misma vara de medir que nosotros medimos a nuestros hermanos, que nos perdone nuestras ofendas a nuestros hermanos, nuestras críticas y nuestros juicios infundados, nuestra carencia de caridad… no debemos de cansarnos, tras arrepentirnos, de pedir perdón al Señor, viviendo al camino del apostolado cristiano en toda su contenido y significado de amor a Dios y al prójimo.

    Nuestras suplicas como cada día por la salud de todos y cada uno de los enfermos de nuestro blog por la intercesión del Beato Tito Brandsma. Rezamos a la rieguen María -madre y estandarte del Carmelo- a su divino Hijo, al Padre y al Espíritu Santo, para que nos conceda lo que le pedimos con tanta fe y confianza, esperanzados en su amor misericordioso por todos sus hijos. Amén.

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