lunes, 22 de octubre de 2018

"Si queremos crecer en la vida espiritual, no podemos dejar de ser misioneros"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


La consecuencia del encuentro personal con Jesús de donde nace la fe verdadera, siempre es comunitaria... "Jesús mismo es el modelo de esta opción evangelizadora que nos introduce en el corazón del pueblo. ¡Qué bien nos hace mirarlo cercano a todos!" ... "La entrega de Jesús en la cruz no es más que la culminación de ese estilo que marcó toda su existencia" (EG. n.269)... En ese modelo tenemos que despertar nuestra propia inquietud hasta poder lanzarnos a esa misma conquista desde sus mismo valores...

Merece la pena trascribir algún párrafo de la exhortación del Papa porque es verdaderamente sugerente, sugestivo y formativo... "El amor a la gente es una fuerza espiritual que facilita el encuentro pleno con Dios hasta el punto de que quien no ama al hermano «camina en las tinieblas» (1 Jn 2,11), «permanece en la muerte» (1 Jn 3,14) y «no ha conocido a Dios». Cuando vivimos la mística de acercarnos a los demás y de buscar su bien, ampliamos nuestro interior para recibir los más hermosos regalos del Señor. Cada vez que nos encontramos con un ser humano en el amor, quedamos capacitados para descubrir algo nuevo de Dios. Cada vez que se nos abren los ojos para reconocer al otro, se nos ilumina más la fe para reconocer a Dios. Como consecuencia de esto, si queremos crecer en la vida espiritual, no podemos dejar de ser misioneros. La tarea evangelizadora enriquece la mente y el corazón, nos abre horizontes espirituales, nos hace más sensibles para reconocer la acción del Espíritu, nos saca de nuestros esquemas espirituales limitados" (EG. n.272)... 

Verdaderamente quien se acerca a la fe se enriquece, y descubre en el mismo amor que se siente amado, el amor con que amar a los demás hasta despertar en ellos la inquietud y el deseo, de descubrir ese mismo don, para participar de él, gozarlo y compartirlo...

La comunión es un fruto de la fe, y nosotros mismos lo experimentamos cada día en la medida que vamos haciendo camino al andar, acercándonos unos a otros y poniendo al servicio de los demás nuestra misma fe, para que sumando beneficios nos enriquezcamos todos...


Por eso, también hoy, volvemos a rezar unos por otros, más seguros aún, de que lo que hacemos es un bien multiplicado... pensemos y recordemos especialmente a los enfermos del blog... a todos, uno a uno... también sus familias... Mirando al cielo suplicantes, volvemos a poner como intercesor al Beato Tito para presentar ante el Señor lo que más queremos... la salud para ellos y un crecimiento en la fe verdadera que nos permita dar frutos para gloria de Dios y bien de todos...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro - Ave María - Gloria...

3 comentarios:

  1. “SI QUEREMOS CRECER EN LA VIDA ESPIRITUAL, NO PODEMOS DEJAR DE SER MISIONERO”...

    El Pueblo de Cristo lo formamos todos aquellos que tenemos en la Palabra una forma de vida, los que vivimos abierto a la influencia -aceptada libremente- del Espíritu Santo como guía espiritual de nuestras vidas, los que nos sentimos partícipes de la Iglesia y de sus designios, los que amamos a Dios sobre todas las cosas y al Prójimo como a nosotros mismos. Todo lo que afecte a cualquier cristiano por su condición de seguidor de Cristo, afectará a todos los demás. Tenemos que sentirnos como un solo cuerpo en la verdad revelada y en la difusión misionera de la única verdad.

    Nuestro pueblo, vive el Evangelio con fe, vive intentando agradar al Señor, y para ello intenta dar vida al mensaje de Cristo en la comunidad y en el mundo, dando ejemplo de pueblo entregado al hombre, en especial a aquellos que más necesitan de la caridad. Tenemos un deseo imperioso de transmitir lo que Jesús nos enseñó, para Gloria de Dios y reivindicación del Pueblo de Cristo como un pueblo sin fronteras, al que todos están llamados, para compartir el amor del Padre.

    Ser pueblo de Dios es sufrir con el que sufre, acompañar a aquellos que están solos, consolar a los que lloran... pero también es alegrarnos de la felicidad de los demás y demostrarles que su alegría es nuestra alegría. Vivir para ayudar a los demás es imitar a Cristo, que en nosotros hace presencia de su infinita bondad y misericordia con su pueblo.

    Un día más, unidos en comunión de los Santos, como pueblo del señor, al que amamos y le rogamos por la salud de nuestro enfermos, por los que pedimos interceda el Beato Tito Brandsma, mártir, amante de la vida, pero mucho más de Dios, que supo sacrificarse para no renegar de su fe. Virgen María, ayúdanos en este camino emprendido de fe y confianza en la voluntad del Padre. Amén.

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