jueves, 12 de julio de 2018

¡atráenos, Virgen María, caminaremos en pos de tí!!...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


"Reina de cielos y tierra, esperanza del Carmelo:
defiéndenos del pecado y llévanos contigo al cielo"...

Seguimos mirando a la Virgen amparados en su protección, porque sentimos en ello fortalecer nuestra fe y nuestra esperanza... ¡¡necesitamos tanto de la gracia!!... los ojos de la Virgen dan firmeza a nuestros pasos acercándonos al bien y encendiendo en nuestro corazón el deseo del cielo...

Cuando afinamos la percepción al contacto con la palabra de Jesús, curiosamente nos sentimos divididos; reconocemos que disociamos la teoría de la práctica... el egoísmo, si somos sinceros, es una herida que sentimos abierta y que además, por nosotros mismos, muy difícil de sanar...

Cierto que no nos acercamos a Dios para sentir lo malos que somos ¡¡todo lo contrario!! venimos a sus plantas porque Jesús tiene un proyecto para nosotros de libertad, de justicia, de paz, con el que encontramos perfecta sintonía, si lo acogemos con corazón dispuesto y disponible de poner nuestro don para hacerlo posible... ¡¡Cuánto sabe la Virgen de ésto, y cómo se ofrece a quitarnos obstáculos para que esta gracia sea realidad y se exprese en nuestra vida!!...


Miremos a la Virgen... dejémonos hablar por sus ojos y caminemos abriendo surcos detrás de sus huellas, para que hagamos posible acercar la tierra al cielo y encender en cada corazón la fe que conduce a la paz, por el camino firme de la confianza... Si nuestra esperanza se enraíza a los pies de la Virgen, nuestro corazón se dilata en pequeños gestos que nos hacen fuertes... valientes... decididos... confiados...

Vivir "despiertos" es un don de la gracia en el corazón creyente... no necesitamos más que vivir el presente, atentos a quien lo va diseñando con amor, para el bien de cada uno, en bien de los demás... 

Pensemos, hasta recordar a todos, en los enfermos del blog, uno a uno... también sus familias... -incorporamos hoy a Ana Hierrro Romero, una señora diabética, que tiene problemas serios con una herida en un pie y nos solicitan ayuda para su evolución- ...cercanos a la Madre, imploramos la intercesión del Beato Tito para llegar al cielo con nuestras súplicas y ser bendecidos por la misericordia de Dios... Que nuestro enfermos recuperen la salud y no vacilen nunca en la confianza de corazón, para que la fe de todos nos permita cosechar frutos con que se refleje en nosotros la gloria de Dios... 
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro - Ave María - Gloria...

3 comentarios:

  1. "¡¡¡ATRAENOS, VIRGEN MARÍA, CAMINAMOS EN POS DE TÍ!!!"...

    Yo tengo dos madres en el cielo y las dos tienen en el nombre un Don y una Gracia, regalo de Dios: Carmen. Porque aunque la segunda se llama María, se le evoca como protectora y guía, con el mismo nombre, que lleva a gala todo el Carmelo. Hace muchos siglos le dieron ese nombre, por su belleza inmaculada y amor a Dios. Fueron unos hombres que entregaron su vida a la voluntad de su su Hijo, el Dios hecho hombre, que nos rescató del pecado, Nuestro Redentor. La primera me parió, me crió, me enseñó la señal de la cruz, cuando casi no hablaba aún, y a amar al Carmelo. Mi otra madre, la Virgen del Carmen, que la recibió cuando llegó al cielo. Con ella está allí, esperándonos, muy felices de vernos en comunión, pidiendo por nuestros enfermos. Ellas, se apuntan al rezo y al ruego por la intercesión del Beato, al que queremos verlo Santo... seguro ya lo es en el Cielo.

    Y, no es que sea ambicioso, ni mucho menos, pero tengo 17 madres más en el pueblo y, para colmo, una que está a punto de llegar para hacer honor al Carmelo. La que hizo 17, hace nada que llegó y ya saben en el Cielo del valor de un corazón tan generoso y entregado a la contemplación y la oración por su pueblo. Sor Antonia María, es ¡¡¡qué bien le sienta el escapulario, la toca y el velo!!!. El Niño no las pierde vista, cuando entre las columnas del claustro van de aquí para allá, murmurando entre tareas y rezos, pensando en su misión y el convento. No son sólo mías, os lo advierto, sino de todos mis hermanos, hijos de Dios Nuestro.

    En comunión de los Santos, junto a las Carmelitas calzadas de Clausura de la Virgen del Carmen de Villalba del Alcor y nuestra Madre del Cielo, pedimos la salud por todos los enfermos de nuestro blog, especialmente por los más necesitados, hoy especialmente por Marina, que necesita más que nunca de nuestras oraciones. Los más pequeños, que no piensen que nos olvidamos de ellos, porque son los primeros en quien pensamos con nuestras plegarias. Padre Nuestro, que estás en el Cielo, en nombre de Nuestro Salvador, te pedimos les conceda la salud y la fuerza necesaria a todos y cada uno de ellos. Amén

    REINA DE LOS CIELOS Y TIERRA; ESPERANZA DEL CARMELO, DEFIENDENOS DEL PECADO Y LLEVANOS CONTIGO AL CIELO.

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  2. Virgen del Carmen, ruega por nuestros enfermos y por todos. Que así sea.

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