miércoles, 21 de febrero de 2018

"Hoy estarás conmigo en el paraíso"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


"Jesús le dijo: En verdad te digo, hoy estarás conmigo en el paraíso" (Lc. 23, 43).

Contrasta observar, qué fácilmente consigue la victoria este "malhechor", y a qué precio tan alto, la obtiene Jesús para todos... La fe es un misterio, entre la gracia y nuestra libertad, que no sabemos dónde está la linea divisoria... Nos definimos cada uno ante la Cruz de Jesús, ¡claro, si la miramos!... nos adherimos a él por la fe activa -que es la confianza-, o nos "retorcemos" en nuestras propias rebeldías sin salidas... lo decimos cada uno...

Si tenemos la valentía de mirar la escena, dejándonos penetrar por la inocencia de Jesús, nos será fácil reconocernos pecadores, y mataremos en su perdón nuestra soberbia, dejándonos abrazar en su misericordia...


Miremos al crucificado desde nuestra propia cruz, y valoremos que se dejó clavar en ella, para darnos la certeza de que pasamos por el dolor, pero el dolor está traspasado por la luz de una victoria real... la de Jesús... La muerte, muere en su muerte, y el tiempo nos acerca a la vida verdadera... definitiva... eterna...

Es con la fe, con que alumbramos el sendero oscuro del mundo, ayudándonos de ella a interpretar los signos que en Jesús quedaron dibujados, como señales que conducen y acercan la esperanza al presente, para que podamos vivir confiados mientras sufrimos... Guardemos en el corazón estas palabras de Jesús y pongamos nuestro acto de fe en las de este pecador arrepentido "acuérdate de mi cuando estés en tu reino", y también nosotros seremos justificados...


Sabemos que la oración nos dispone y nos acerca a percibir la gracia, alimentando nuestra fe... para nosotros rezar, es ya una forma de ser y de vivir... rezamos cada día unos por otros y vamos creciendo en comunión... Recordamos, como solemos hacer, dándole los primeros planos, a los enfermos del blog... a todos, uno a uno... también a sus familias... Para todos queremos la salud lógicamente... Sabemos que son muchos los que están en una situación difícil, dolorosa y complicada... todos están en primera fila... miramos al cielo suplicantes... insistentes... perseverantes... Nos acogemos a la intercesión del Beato Tito y confiamos... Ciertamente el dolor nos intenta cerrar el horizonte, pero no podemos descentrar la mirada de la "brecha" abierta por Jesús, porque de ella tenemos que alimentar nuestra fe y mantenernos en la confianza... Dios es amor y en su amor somos consolados... fortalecidos... sostenidos...
"confiando en el Señor, no me he desviado...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María

5 comentarios:

  1. El ambiente está cargado de tragedia, la respiración de Jesús es dificultosa, espera el desenlace final, para lo que había venido al mundo. Los tres crucificados se enfrentan a su realidad, pero no todos igual: Jesús, obediencia absoluta al Padre, conoce su destino y espera paciente ante el sufrimiento corporal su último aliento, sabe que si no se rinde hasta el final, su Espíritu estará en paz. Otro de los crucificados lo increpa, le pide que manifieste su poder para salvarse y salvarlos, se mofa irónicamente de Él y su omnipotencia. El otro, conocido como el “buen ladrón”, reconoce y confía en la Divinidad de Jesús, a pesar de las circunstancias, cree en Él. Reconoce su falta... “tú y yo nos lo merecemos”, le dice al otro crucificado. Jesús le promete, ante ese reconocer su culpa y acto de fe, el Paraíso.

    Jesús, Dios, nunca pasa de lado ante los actos de fe, todo lo contrario, los afronta con generosidad y con su don más preciado para el hombre, la Misericordia. Lo hizo muchas veces antes, rendirse a la fe, y lo hace momentos antes de morir, conmovido como Hombre y como Dios, ante la humildad y sinceridad del buen ladrón. Lo mismo hace y hará con nosotros si le demostramos fe y confiamos en su misericordia. Tenemos que decírselo continuamente: "Señor, confío en ti. Perdóname por haberte ofendido. Te agradezco todo lo que has hecho por mi, que entregaras tu cuerpo a la pasión y a la crucifixión hasta morir, no merezco tanto, gracias mi Dios. Enséñame, no me dejes solo, para que cuando llegue el día de la resurrección de los cuerpos, me lleves a tu lado, al Paraíso, por toda la eternidad".

    Con mucha confianza en la Misericordia de Dios, con la Esperanza que nuestras oraciones y nuestros ruegos, por la salud de nuestros enfermos, le llegarán a su Sagrado Corazon, de la mano de María, la Esclava del Señor, pedimos la intercesión del Beato Tito Brandsma. No podemos olvidar a los más pequeños: Martina de 1 mes, Dieguito de 9 meses, los otros niños, y aquellos que están pasando un momento más crítico -María Isabel y Laura Calero, Rosario Caro, Casimira, Carmen Ruiz, Lola, Guille, Marina, Rachael Jagger. También rezamos por sus familiares, para que Dios les de fuerzas y consuelo. Amén.

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  2. Con la seguridad que nuestras oraciones llegan, pido por todos los enfermos citados y por los que desconocemos y por sus familias. Rosa Mística, ruega por nosotros.

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  3. Seguire rezando, por los enfermos del blog y seguimos pidiendo por la intercesion del Beato Tito Brandsma. Tambien doy gracias, por la curacion total de mi amiga Pepa de los Santos.

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  4. Seguimos con nuestros deseos y oraciones para con nuestros enfermos

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