martes, 12 de septiembre de 2017

Visitar y cuidar a los enfermos...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


El prójimo es ciertamente el centro de nuestra caridad... de forma imparcial, concreta... las obras de misericordia van matizando distinta aristas de la única realidad que solicita nuestra atención y en la que hemos de implicarnos: el prójimo necesitado...

No parte de nosotros la iniciativa, sino que la iniciativa la provoca, la necesidad del otro... nosotros quedamos a la escucha... aportamos nuestra creatividad... ponemos nuestro don... en el deseo de consolar... servir... acompañar... amar...


Nosotros, los peregrinos de la confianza, estamos inmersos en esta obra de misericordia y vamos cosechando frutos de comunión, que nos ayudan a despertar otros valores.... el bien se multiplica al ofrecerlo... y ver florecer esta gracia entre nosotros, es un consuelo que nos incita a afinar nuestra sensibilidad para seguir ofreciendo gestos de amor, que llenen de esperanza, el dolor que acompaña nuestro camino...

No es cuestión de buscar explicaciones, sino de encontrar sentido... la enfermedad es una escuela de realismo que nos humaniza... además, si lo hacemos bien, nos espiritualiza... ya que nos remite a la fuente de donde manamos y desde donde nos tenemos que desplegar al vivir, dando vida, que es amor...


Visitemos a nuestros enfermos con la oración diaria y hagamos alguna escapadilla a verles la cara... pensemos en los enfermos del blog... en todos, uno a uno... también en sus familias y en los que se relacionan con ellos a causa de la enfermedad... médicos, enfermeros, otros enfermos... vamos a rezar por todos en el deseo de que la luz de la fe ilumine este camino de dolor y no les falte a ninguno la esperanza y las fuerzas para luchar y vencer... acudamos a la intercesión del Beato Tito y miremos al cielo ¡¡el cielo es nuestra patria!! pensar en el cielo no es fatalismo... es encender el alma en deseos de vivir a tope, entregándonos de lleno a amar a todos... el amor y la fe son los pilares para recorrer el tiempo con éxito, dando frutos de vida eterna... ánimo, no vamos solos... Dios viene con nosotros y nos conduce...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …

1 comentario:

  1. Hoy día hay mucha gente, sobre todos jóvenes, que con un sentido cristiano y/o humanitario visitan a los enfermos e incluso conviven con ellos, generalmente ancianos, solo por el hecho de ayudarlos y sentirse realizados como seguidores de Cristo y como personas. Estas acciones, que son tan dignas de admirar y por las que todos nos alegramos, se le da poca difusión a nivel de medios de comunicación y la repercusión es mucho menor que los actos de violencia o de otro tipo menos gratificante y que no enseñan nada más que violencia, en vez de amor al prójimo que ayuda a la convivencia.

    Visitar a los enfermos o a los ancianos, que están solos y, la mayoría de las veces, enfermos, nos ayuda a caminar por este mundo lleno de espinas y baches. En estos actos, nuestra alma se llena del Espíritu Santo y la espontaneidad del amor a los demás se establece en nuestro corazón como algo natural, sin esfuerzos ni contrapartidas. Somos cristianos, somos así, como Él, damos ejemplo de aptitud misericordiosa y caritativa, nos satisface ayudar a los demás, gozamos con ello y nos da alegría... en el fondo tenemos que estar agradecidos a que se nos den estas oportunidades.

    Lo hemos dicho muchas veces: una mirada de afecto, un silencio compartiendo el dolor y la preocupación, animar en las incertidumbres de la soledad y la vida, un abrazo apretadito a tiempo, llorar con ellos, ayudarles a vestirse o a comer, mejorar su aseo personal... nos estamos acostumbrando a n mirar hacia los lados, a que nos lo den todo hecho, pensar sólo en nuestros problemas "que ya son bastantes para estar pendientes a los de los demás"... No nos dejemos engañar, todos podemos estar en cualquier momento en el lugar del más desamparado de los humanos. Miremos las necesidades de nuestro prójimo e intentemos paliarla. No esperemos aquí recompensa, ni la aceptemos a no ser el afecto y el cariño... ya nos pagarán... con creces.

    En esta acto de misericordia, día tras día, pedimos, por la intercesión del Beato Tito Brandsma, la salud de los enfermos. En Comunión de los Santos con nuestras oraciones a nuestro Padre y Señor Nuestro le rogamos misericordia, que nos ayude y no los abandone. Virgen Maria, auxilio de los enfermos, ayúdalos.

    Acordaros, para los que puedan y deseen, a las 20'30 podemos rezar juntos. Poner vuestra alarma.

    ResponderEliminar