miércoles, 3 de mayo de 2017

si pedís algo al Padre en mi Nombre... yo lo haré...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!



La liturgia de la Pascua es tan expresiva, tan llena de contenido... tiene un mensaje tan práctico, que es muy oportuno pararnos, observar y disponernos a hacer este camino de encuentro personal con el Resucitado, que es donde únicamente podemos encontrar la valentía y la fuerza para vivir el dolor con esperanza, fuertemente adheridos a la confianza...

Los amigos de Jesús que vivieron cerca de Él, bebiendo sus "Palabras", sus "Gestos", cruzándose con sus "Miradas", disfrutando su "Amistad"... estaban apegados a este mundo y su escala de valores, mientras vivían con Él, como nos puede pasar a nosotros... Cuando hay un amigo con poder de resolver lo imposible, es fácil hacer camino a su lado, acoger sus iniciativas, seguir sus pasos... lo difícil es cuando se frustran los proyectos y nos encontramos con lo que no esperábamos...

Fue los que les pasó también a ellos antes que a nosotros... el dolor fue una crisis fuerte para su fe... de hecho, "le abandonaron todos ante el escándalo de la cruz"... Le vieron morir y muerto, y con ello, se murieron también todas sus esperanzas y sus expectativas... 

No es una amenaza enfrentarnos a "estas verdades", que son las únicas verdades, que son verdad... Debemos disponernos a esta gracia y "buscar a este muerto que Vive" y que nos sale al encuentro detrás de tantas cosas que lo disfraza hasta confundirnos... sólo si lo descubrimos vamos a tener la capacidad de relativizar todo lo que es relativo y empeñarnos en conquistar lo que es de verdad eterno...


No nos salgamos nunca de la confianza, vamos ahora por una senda estrecha, oscura, pero hay luz en el horizonte... acerquemos nuestra fe, a la fe de los que vienen con nosotros y hagamos luz para ir avanzando sin miedos, firmes, seguros y unidos... al final lo importante es humanizar nuestro mundo y encender el deseo del cielo en el corazón de todos... es lo único que nos acercará a la Voluntad de Dios sin dudar de Él...

Pidamos como todos los días por los enfermos de nuestro blog... recordemos a todos, uno a uno... Busquemos la intercesión del Beato Tito, para que nos alcance del cielo fortaleza, paciencia, confianza, fe y la salud del cuerpo y del alma... ya tenemos que contar con el cielo siempre, mientras vamos de camino, porque el cielo es nuestro destino...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …

1 comentario:

  1. ¿A qué cristiano no le gustaría ser Cirineo? Esa figura de la Pasión de Cristo que se ve obligado a ayudarle a llevar la Cruz. Único, que aunque fuera con esa premisa, pudo acercarse a Él, aliviarlo en ese momento tan duro y tan doloroso. Masacrado por los insultos, golpes, latigazos y coronación. Arrastra un pesado Madero, en forma de cruz, patíbulo anunciado, que él asumió, no sin temor y dolor, desde el mismo momento que le fue transmitido por el Padre, en el huerto de los olivos, donde Jesús por última vez va a orar, a arrodillarse ante el Padre y mostrarse hombre obediente a su designio:
    "Padre, si quieres, aparta de mí ese cáliz. Pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya".

    Jesús está angustiado, porque es consciente que siendo Dios, se hizo hombre con todas las consecuencias y sabía que para salvarlo tendría que dar su vida, entregarse a la Voluntad del Padre, y así lo hizo. Estaba solo, todos lo abandonaron en el último momento, incluso Pedro lo negó tres veces. Su madre tuvo que presenciar toda la Pasión a la distancia que le permitían las circunstancias. Sólo un hombre pudo acercarse a él y ayudarle a llevar es carga pesada que lo hizo caer tres veces: el Cirineo. Sus rodillas destrozadas por los golpes, sus nudillos ensangrentados y tullidos, su hombro aplastado por el peso del madero, su túnica mugrienta pegada a sus heridas por la flagelación, la cara destrozada y amoratada por los golpes y su frente violada por mil púas de una corona que no le pertenecía, que sólo estaba justificada porque su misión era darle al hombre la vida eterna.

    A mí me gustaría ser el Cirineo, acercarme a Él:

    -Jesús déjame ayudarte, deja caer hacia mi la cruz... aquí estoy detrás tuya.

    Jesús vuelve con mucha dificultad la cara, cruzada por una maraña de arañazos y sangre, su respiración se detiene por un instante, me mira con ojos del más allá, con una lentitud que denota su procedencia, cierra los párpados asintiendo y con una mueca de agradecimiento vuelve su mirada hacia adelante... ya más aliviado en el peso, continua su camino, cumplir la misión encomendada.

    María está destrozada de dolor, no le permiten acercarse. Llora desconsoladamente, es su hijo el que está siendo torturado, le duele mucho más que si se lo hicieran a ella, quiere sufrir por Él, quiere morir por Él, grita desesperadamente: -Padre porque le haces esto, siempre te obedeció, fue un buen hijo.
    Sus lágrimas brotan sin consuelo, a pesar de María Magdalena y otras mujeres que la acompañan intentan consolarla. Lloran y gritan en la desesperación que la impotencia del momento provoca. No pueden hacer nada...

    -No te preocupes María, yo le ayudaré, intentaré cargar con el mayor peso posible para aliviar su sufrimiento. Romano, no lo martirices, golpéame a mí con el látigo...

    Y así, pasó a paso, se acerca el momento más dramático de la vida de Jesús. La crucifixión y muerte de Jesús, no sin antes perdonar a los que lo habían llevado hasta allí y que lo matarían por ser Él. En ese acto de perdón, se hace ostensible su Misericordia.

    Pero no es esto para mi lo más importante de la vida de Jesús. Lo más importante es su triunfo sobre la muerte con la Resurrección y Ascensión a los cielos, a esperarnos a todos los hombres y mujeres de buena voluntad. Sólo con arrepentirnos de nuestros pecados nos concede la vida eterna por la que dio su vida. Misericordia divina.

    Llenos de Confianza le pedimos al Señor que nos ayude, que sea nuestro Cirineo en este momento, que María le acerque el consuelo que pedimos por la la intercesión del Beato Tito Brandsman. Jesús ayuda a nuestros enfermos, ayúdalos a curarse de su enfermedad, tu que eres misericordioso y que todo lo puedes. Confiamos plenamente en tu voluntad agradeciéndote los planes que nos tengas reservados.

    "Y todo lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré"

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