lunes, 17 de abril de 2017

Paz a vosotros...


Beato Tito compuso este precioso poema a Jesucristo... con él demuestra la aceptación gozosa del sufrimiento que le unió al Señor. Llevaba tres semanas en la cárcel de Scheveningen, segunda estación de su particular vía crucis, que duró seis meses y siete días:
Bien amado Jesús, cuando te veo
en mí fijos tus ojos, me recreo.
Mi pobre corazón goza contigo
al verte el más amante y fiel amigo.

El cáliz que preveo de amargura,
beberlo por tu amor mi fe procura.
La vía dolorosa de Tí en pos
es mi único camino para Dios.

El alma me la bañan paz y luz
y es vivo su fulgor, pese a mi cruz.
En tu pecho mi espíritu al entrar,
mi corazón sosiego logra hallar.

Quiero libre vivir la soledad
de esta celda del sol sin claridad.
Si permites que nadie logre hallarme
libre en áureo silencio podré hallarme.

Jamás por verme solo temeré,
pues nunca a Dios más cerca lo tendré,
dígnate, buen Jesús, morar en mi
que mi profunda paz la tengo en Tí.

"Delante de una estampa de Jesús en mi celda" 
 (12-13 febrero 1942)




En el auge mismo de la Luz Pascual -que no es cualquier luz- las lágrimas empañan hoy nuestros ojos, porque no queremos desprendernos de las personas que hacían camino a nuestro lado, y que ya no se irán nunca de nuestro corazón… Alegría, madura por el dolor aceptado y bien vivido, saltó la barrera del tiempo en el estallido mismo del triunfo de Cristo sobre la muerte... significativo momento para pasar al Padre, si vislumbramos por la fe que en Cristo resucitado hay consuelo para nuestro dolor…

Alegría ha muerto en la confianza, y esa es su corona… Ella sabe ya que acertó, al entrar por esta senda estrecha que se le hizo grande al traspasarla… Dios es fiel y Alegría supo fiarse de Él


¿Quién de nosotros no se ha preguntado hoy, por qué la vida tiene que ser así? ¡normal! Estamos en esta orilla… pero más que preguntarnos, tendríamos que interrogarnos al afirmar ¡LA VIDA ES ASÍ! 

No nos precipitemos a sacar conclusiones, aceptemos que somos criaturas, que hay una Voluntad superior a la que debemos adherirnos y sigamos haciendo camino en esta dirección... Que no es fácil ¡cierto! pero es un camino que se hace al andar y que la gracia va haciendo en nosotros... ayudémonos sin abandonar... no quedaremos defraudados...




Empeñemos la vida en acercarnos a Dios y amarnos unos a otros, eso es lo que vale y lo que expande a nuestro lado frutos de vida... Dios lo quiere y nos lo pide. Miremos en esta dirección y haremos camino recto.

Busquemos la intercesión de los santos. Nosotros acudimos al Beato Tito, pedimos por nuestros enfermos. Uno a uno, nos necesitan todos y mucho, cada uno con su situación, su dolor, su familia... Beato Tito, tráenos del cielo la gracia que suspiramos con confianza y fe, firme y ciega... Ayúdanos y pídele a la Virgen del Carmen por todos los que nos encontramos en este trance de dolor, para que no nos falte la confianza... 


Beato Tito,. ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria ...

3 comentarios:

  1. Con sinceridad y emocionado he leído hoy lo que escribe Sor María del Carmen, nuestra maestra en la Confianza. Convencido estoy que le dictó la Virgen del Carmen lo que le soplaba el Espíritu Santo. Quisiera destacar:
    "… Alegría, madura por el dolor aceptado y bien vivido, saltó la barrera del tiempo en el estallido mismo del triunfo de Cristo sobre la muerte... "

    Hoy, para muchos de los integrantes de este blog, que conocíamos a Alegría, es un día muy triste, de mucho dolor, de desconsuelo sin consuelo para sus familiares. Por otro lado tenemos la seguridad que la confianza y la esperanza la acompañaron hasta el final de su vida. Quiso El Padre que cruzara el umbral de la Vida el día de la Resurrección de Su Hijo. Con este suceso verdadero, el tiempo del hombre se hace eterno.

    Santa Agueda y La Virgen del Carmen, presente en su vida, y compañeras y consuelo de su sufrimiento en toda esta enfermedad, la acompañaron en este trance donde su alma no caminaba sola, creemos y tenemos la certeza que Alegría iba de la mano de Jesús. Si, tenemos mucho dolor por su ausencia, pero aliviados por la Fe y la esperanza en la Misericordia del Señor.

    Seguimos como todos los días en oración continua, en Comunión De los Santos, por los enfermos de este blog, rezamos por la intercesión del Beato Tito. A la Virgen del Carmen, Nuestra Madre, le pedimos interceda por su santidad, presentando a su Hijo Resucitado nuestras peticiones.

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  2. Confieso que al igual que los familiares y amigos de Alegría, nuestra amiga y hermana de este Camino de la Confianza que ya está disfrutando de la presencia del Padre, yo tampoco comprendo en el sentido lógico, la muerte, y ante ella, me declaro incapaz. Cuando se pierde a esa persona amiga, familiar, compañera de vida, de risas, lágrimas, chismes, fiestas, sea como fuere, quisiéramos entender lo ininteligible y buscar explicaciones a un misterio que sigue sin entregar su secreto a ningún mortal. No llegué a conocer a Alegría pero el rezo diario por su recuperación me ha unido a ella y el afecto ha crecido.
    En estas situaciones, ni la generosidad, ni las palabras de aliento consuelan: han perdido su norte. Y así hacen acto de presencia la tristeza, la desolación, el asombro, la pesadumbre. Se van nuestros seres queridos, nuestros seres necesarios y nos quedamos ausentes nosotros mismos, desconsolados, más huérfanos, más ateridos. Y entonces la vida se ubica en esa región donde la brisa y el mar carecen de horizontes.

    Pasado los días, logramos asumirlo, más no entenderlo. No nos conformamos con su partida. Es precisamente en este momento cuando debe hacer acto de presencia la fe en nuestro corazón para que Dios pueda explicarnos el por qué se llevó a su casa a ese ser querido y nosotros nos quedamos con un dolor profundo en el alma.
    Sólo Dios puede contarnos el motivo del viaje y consolarnos con esas palabras divinas que únicamente ÉL sabe decir. Él o ella están allí, en nuestro recuerdo, en nuestro corazón. Su viva forma de hacerse sentir invita a sumar razones para ser feliz. Comienza ahora un silencio llamado eternidad. Pero nos queda su radiante vida. Una vida que nos recuerda que no hay un adiós posible.
    Decía San Agustín: “Cuando tenga que dejarte por un corto tiempo, por favor, no te entristezcas, ni derrames lágrimas, ni te abraces a tu pena a través de los años. Por el contrario, empieza de nuevo con valentía y con una sonrisa por mi memoria y en mi nombre y haz todas las cosas igual que antes, no alimentes tu soledad con días vacíos sino llena cada hora de manera útil. Yo estaré cerca de ti y nunca tengas miedo de morir porque yo estaré esperándote en el cielo”.
    El hacer de ese ser querido no volverá, pero podremos fortalecernos con su recuerdo y por ello es importante que no dejemos de pensar, día tras día, que el cielo lleno de amor y sin tristeza, le dará la más calurosa bienvenida. Ese gran lugar es un regalo y ese regalo en esta tierra es permanecer en los corazones de los que lo (la) han querido. Eso significa ser eterno y la eternidad es inmortal.
    Sigamos caminando hacia esa confianza plena y convencidos de que Alegría, nos ayudará desde el Cielo e intercederá por nuestras necesidades.

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  3. Muy intenso e igualmente emotivo María Jesús. Lo tienes claro y lo expresas más aún. Gran estímulo y consuelo para todos leerte. Gracias
    Rezamos por ti.

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