jueves, 15 de noviembre de 2018

"Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


El salmo propuesto en la liturgia para el día de hoy es el 146... Si lo rezamos poniendo el énfasis en los verbos, caemos pronto en la cuenta que son verdaderamente sugestivos y que provocan en nosotros el acto de fe; si bien, también puede ocurrirnos a la inversa, que el acto de fe sea quien provoque en nosotros estos sentimientos que elevamos al cielo...

Si nuestra fe avala estas afirmaciones, es que ya el Espíritu Santo aletea en nosotros queriendo abrirse paso y ayudándonos a interpretar la realidad... ¿Quiénes son los oprimidos a quienes Dios hace justicia; los hambrientos a los que les proporciona el pan; los cautivos que son por Él liberados; los ciegos que han recobrado la vista gracias a su actuar; los encorvados que ahora van enderezados?... Pues son los que acuden a Él con el corazón en la confianza...

No nos habla el salmo de realidades puramente materiales, aunque toda experiencia espiritual con raíz, es más efectiva en la vida humana y en el cotidiano vivir, que a la inversa. Pero lógicamente lo que el Señor hace en el cristiano que se acerca a Él y se mantiene a su lado, es algo más duradero y consistente... es liberarle de la ataduras del pecado (verdadera esclavitud en la vida humana) y de sus consecuencias en el interior de sí; le alimenta con su Palabra y su Cuerpo; le ilumina con la esperanza (hay promesas que se cumplen); sus valores y criterios enseñan el bien y a practicarlo; la caridad con los otros es el fruto verdadero de toda acción de Dios en el alma... 

Ciertamente la fe nos conduce a lo trascendente... la caducidad de todo lo terreno es una lección que aunque nos cuesta asimilar, cuando damos el salto es verdaderamente consoladora... el ser humano es en esta tierra solamente un peregrino errante y caminante a un destino seguro, cierto, verdadero, imperecedero... Dejémonos conducir y vayamos tras la palabra de Dios dando pasos y atrayendo a  otros a encontrar el don de Dios, verdadero tesoro que responde a nuestros anhelos mas hondos...


Volvamos a rezar con la memoria activa para recordar a los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... -no nos olvidemos de Agustina, incorporada ayer-, y por la intercesión del Beato Tito, miramos al cielo y ponemos un día más nuestras súplicas en la presencia de Dios, para que la gracia nos ayude a dar frutos del ciento por uno, y veamos la gloria de Dios en cada uno, por su misericordia...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro - Ave María - Gloria...