domingo, 14 de mayo de 2017

El fruto del Espíritu es Paz...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Entre los frutos del Espíritu está también la Paz... la paz que nos dibuja la Escritura "poniendo a pacer juntos al lobo y al cordero, a la pantera y el cabrito" con la sola condición de que el conocimiento de Dios haya sido asumido por el ser humano, dando a Dios cabida... no sólo dejándole vivir en nosotros, sino derramándose en el mundo a través nuestro... 

Estamos hablando lógicamente de prodigios que nos desbordan, y de efectos a los que nuestra fe todavía  no alcanza... Jesús vino a vivir entre nosotros para llevar esta obra a cabo... y la realizó... y esta Paz está contenida en el mundo que vivimos... y son muchos además los que acertando a vivir de ella, la han llegado a situar más cerca de nosotros... 

El Reino es una conquista de cada uno, y estallará de forma objetiva, cuando nos rindamos a Dios, aceptando y asumiendo su Voluntad, como el camino seguro por el que el hombre avanza sin tropiezos, en racimos, hacia "las sorpresas" del Reino que ya las llevaríamos con nosotros, disfrutando de ellas en el tiempo... 


Tomemos en serio la Palabra de Dios... creamos en Ella... vivamos de Ella mientras nuestra fe solo tantea... y dejemos que el Espíritu toque nuestra alma, y la marque con estas señales, que quienes la perciban se dispongan igualmente a ser también ellos tatuados, ampliando los efectos de la paz y de los demás frutos con que el Reino quede dibujado en el tiempo...

Necesitamos rezar... la situación que vivimos nos impide a veces dar el salto, porque es oscura... no nos soltemos de la confianza y aportemos nuestra fe a la comunión de los santos para que sean muchos los frutos que nos vayan dando apoyo, en lo que nos podemos sentir más necesitados...


Pensemos en nuestros enfermos, vamos a rezar por todos, como cada día, uno a uno... para que estas gracias fortalezcan sus vidas y vivan en paz su sufrimiento. Y que cada uno pueda recuperar la salud por la intercesión del Beato Tito, alcanzada de la Virgen nuestra Madre.

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …