miércoles, 24 de enero de 2018

"El que se haga pequeño como un niño, ése es el más grande en el reino de los cielos"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


"Se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: 
"¿Quien es el mayor en el reino de los cielos?". 
El llamó a un niño, lo puso en medio y dijo: 
"En verdad os digo que si no os convertís y os hacéis como niños,
 no entrareis en el reino de los cielos.
 Por tanto, el que se haga pequeño como este niño, 
ese es el más grande en el reino de los cielos" (Mt. 18, 1-4).

Sigue Jesús acercándonos en imágenes del todo sugerentes y prácticas la realidad del reino, que estando ya entre nosotros, tenemos que construir entre todos... Y no deja de advertirnos con precisión, que este camino es de descenso... de pequeñez... de humildad... de servicio... de confianza... No nos resulta fácil "descomplicar" la vida, cuando ciertamente es lo que necesitamos para aprender a vivir como Dios quiere...

La infancia de la que Jesús nos habla no es el infantilismo... ni la inmadurez de quien vive de caprichos... el niño en lenguaje del reino es el cristiano que reduce la vida a la confianza de corazón, porque se sabe hijo Dios, protegido por su Voluntad amorosa, avanzando en cada acontecer, hasta el mismo corazón de Dios que le acuna y le protege... 


Nuestro objetivo lo tenemos claro y nuestro peregrinar cada día es en esta dirección... somos "peregrinos de la confianza" porque intuimos que en ello nos va la paz y la fortaleza que necesitamos, para hacer frente al cada día "con su sorpresa y su disgusto", como nos advierte también la misma palabra de Jesús...

Jesús está entre nosotros para conducirnos a destino cierto... no nos adula, ni nos dice una cosa por otra... él nos ofrece esta opción de seguir su luz, y camina a nuestro lado... cuando la acogemos y nos vemos iluminados, nos damos cuenta, que el suyo, es un camino paciente de libertad, pero con frutos de vida, mientras lo vamos aún recorriendo...


Rezar nos acerca esta gracia cada día y cada día la queremos acoger... nos acordamos de los enfermos del blog... de todos, uno a uno... también de sus familias... y acogidos a la intercesión del Beato Tito, ponemos en común nuestras súplicas para que el cielo no deje de ampararnos, sostenernos, ayudarnos y bendecirnos... Cosecharemos sin duda a su tiempo, las gracias que está gestando nuestra fe en la confianza de corazón...
"confiando en el Señor no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …