domingo, 19 de marzo de 2017

¡¡¡ si conocieras el don de Dios !!!







"Comprendo que estéis preocupados por mí. Os pido a todos, también a los niños, que recéis por mi.
Permanezcamos unidos bajo la protección de Jesús, María y José. No os preocupéis por mi. En Cristo vuestro Anno (Tito)"   -de su última carta-




Quien madura en la escuela del dolor está cimentado en tierra firme... 

El camino estrecho de la cruz nos obliga a dejar la dispersión y buscar al interior de las cosas su verdadero sentido...

¡¡¡hemos pensado tantas veces que soñando vivíamos!!! que al despertar y vernos tan desprovistos para lo real, nos damos cuenta que lo transitorio es muy poco consistente... entretiene, sí, despista, pero nos deja sin reservas para la lucha en el día a día, cuando oscurece el horizonte y lloramos el miedo que desprende lo no controlable...

Y el dolor -queramos o no- es parte de la vida... todos lo hemos probado en un tramo u otro del camino, y debemos equiparnos para ello...


Si ponemos en el trasfondo de nuestra reflexión de hoy la figura de San José, ¿qué se desprende de su vida? ¿quién más bendecido que él, que vivió siempre entre Jesús y María?... pues así son los caminos de Dios ¡¡distante de los nuestros en dimensiones incalculables!!... Frente a nuestra mente corta, impaciente, primaria, ansiosa de efectos inmediatos... el silencio de Dios con su misterio, cegando nuestra luz a su paso......


Necesitamos acercarnos a Dios para fiarnos de Él... cobijados a su sombra, el dolor nos crece, la confianza nos consuela y la esperanza da luz a nuestros pasos, mientras amanece...

Dios es fiel y siempre cumple su Palabra.... a su tiempo y en su momento... Y NOS AMA...




Pidiendo la intercesión del Beato Tito, seguimos recordando a nuestros enfermos... los tenemos a todos presentes y sumamos hoy a Inma Cobo, Luna Mateos, Pascual, Antonio y lola. Confiamos que lleguen nuestras súplicas al cielo y nuestra fe grande permita que sean escuchadas y atendidas...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …